Dos miradas

El útero del Estado

El vientre es de las mujeres, los niños son de sus progenitores y el asunto es del Estado porque España tiene una baja natalidad y no deja de envejecer. El futuro está en el vientre de las mujeres, pero no en su sacrificio

Un bebé

Un bebé / José Luis Roca

Emma Riverola

Emma Riverola

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Todo está ahí, el futuro y el sistema. Más bien, el cambio del sistema. Aunque las decisiones se tomen en los despachos del poder, tan poblados de hombres, hay un órgano muscular hueco, situado en la pelvis de las mujeres, que puede hacer que todos los planes se desbaraten y la paz social se dinamite. Bastan dos datos para ver la dimensión del problema. La natalidad española está en el furgón de cola del mundo, pero la esperanza de vida ocupa el tercer lugar del ranking mundial. Somos un país que no deja de envejecer. La situación actual se sostiene, en buena parte, por una legión de cuidadores explotados que mantienen el problema encerrado en los hogares. Pero los parches no evitarán que se rompan las costuras.

La solución está clara: se necesitan niños. Y todo tiene que cambiar. Trabajo y vivienda digna para los jóvenes. Una red de cuidados públicos que acompañe la crianza. Y una legislación que apuntale a las mujeres en el mundo laboral. El vientre es de las mujeres, los niños son de sus progenitores y el asunto es del Estado. El futuro está en el vientre de las mujeres, pero no en su sacrificio.