ANÁLISIS

El huracán de Luxemburgo

La desautorización europea del Supremo sacude con fuerza el andamiaje de la negociación entre el PSOE y ERC sobre la investidura, aunque las dos partes son conscientes de que la alternativa al pacto es catastrófica para ambas

El presidente del TJUE, Koen Lenaerts, lee las conclusiones de la sentencia del caso de Oriol Junqueras

El presidente del TJUE, Koen Lenaerts, lee las conclusiones de la sentencia del caso de Oriol Junqueras / NATÀLIA SEGURA / ACN

LUIS MAURI

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Un huracán de fuerza 3 a 4 en la escala de Saffir-Simpson azota el conflicto catalán y barre con furor la cubierta política española. El ciclón tiene dimensión tropical, aunque proceda de Luxemburgo y en pleno diciembre. Previsiones inundadas, negociaciones dañadas, urgencias y calendarios volados. La sentencia del Tribunal de la UE (TJUE) Tribunal de la UE (TJUE)ha infligido la cuarta desautorización europea consecutiva a la justicia española por sus extralimitaciones en la persecución de la intentona independentista unilateral.

El soplido huracanado del TJUE eleva a la máxima potencia la paradoja de JunquerasJunqueras. El líder de ERC recibe el aliento político y moral de Europa. El vendaval refuerza su posición política  y también el pulso negociador de su partido en la mesa donde se discute la investidura del socialista Sánchez. Pero el principal beneficiario inmediato del tifón de Luxemburgo podría no ser Junqueras, sino su archienemigo en la guerra por la hegemonía en el nacionalismo catalán, Puigdemont.

Inmunidad y trampolín

El vapuleado Tribunal Supremo deberá decidir si mantiene a Junqueras en prisión (el TJUE no le obliga a adoptar ninguna decisión concreta) o si, en el mejor de los casos para el reo, lo deja en libertad hasta que la Eurocámara conceda eventualmente el suplicatorio para que continúe la ejecución de la pena. El efecto práctico del fallo del TJUE para Junqueras podría no pasar de ahí. En cambio, Puigdemont no ha sido juzgado ni condenado todavía, por lo que podrá recibir la inmunidad y ejercer como eurodiputado en Bruselas Estrasburgo mientras la Eurocámara no conceda el suplicatorio que el Supremo pedirá a no tardar. Este trampolín puede ser aprovechado por el hombre de Waterloo para intentar arruinar (una vez más) el sorpasso electoral autonómico de ERC, siempre al alcance de la mano pero siempre frustrado.

El huracán sacude con fuerza el andamiaje de la negociación entre el PSOE y ERC sobre la investidura. Días atrás, los socialistas no temían grandes incidencias más allá de la contrastada inestabilidad del magma republicano, ni siquiera un brote colérico en la asamblea de Esquerra de este sábado. La inquietud socialista se centraba en un punto: las consecuencias desestabilizadoras de la anunciada sentencia del TJUE.

Travesía del desierto

El PSOE y ERC se ven empujados al pacto por un huracán distinto, el mismo que alza en volandas a las derechas populistas en medio mundo. La alternativa al pacto se antoja catastrófica para ambas partes. Unas terceras elecciones supondrían con gran probabilidad la victoria de la derecha. El PSOE habría malbaratado en poco más de año y medio su inopinada resurrección. Una nueva travesía del desierto sin horizonte temporal. Y Esquerra asistiría a la anunciada ilegalización del independentismo y a la demolición del autogobierno catalán, al menos en su concepción actual. Peor que una travesía del desierto.

El desenlace dependerá de las respuestas a dos cuestiones. Una, si ERC resiste el desafío desestabilizador de Puigdemont tras la sentencia europea. Y dos, si el PSOE entiende que el TJUE ha reforzado a sus interlocutores y eso tiene un precio en la mesa de negociación. Una mesa barrida por un insólito ciclón invernal.