Discriminaciones

'Algo pequeñito'

Es incomprensible que desde la Administración, los medios y la sociedad sigamos invisibilizando los muros que nos separan, o por el desconocimiento o por las bromas, y que siguen perpetuando las desigualdades en las diferencias

La Federació Catalana de Futbol decreta "el paro de toda la actividad" tras la sentencia del 'procés'

La Federació Catalana de Futbol decreta "el paro de toda la actividad" tras la sentencia del 'procés' / periodico

Ricard Ustrell

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La semana pasada en 'Planta baixa' de TV-3 conocimos a ‘España Talla Baja’, el único equipo de fútbol con jugadores de menos de 1,50 metros de altura en toda España. Lo hicimos acompañando a Richard Font de Barcelona a Jaén, un viaje de 700 kilómetros, peaje que tiene que pasar para poder jugar a fútbol.

Lo que vimos en el reportaje tenía mucha fuerza. Por lo que decían los protagonistas -discriminados desde la adolescencia- y por las imágenes: un equipo de personas de talla baja, que habían venido desde distintos lugares, para jugar a fútbol contra un equipo de personas con parálisis cerebral. “Lo peor es el juego aéreo, pero cuando la pelota cae al suelo es nuestra”, decía uno.

Lo comenté con Josep Maria Alañá, con acondroplasia, un trastorno genético caracterizado por tener las extremidades cortas. Josep Maria valoraba las imágenes porque ayudaban a visibilizarlos pero insistía que había muchas más cosas que no se veían y que dificultan su día a día: “No podemos alquilar coches, ni ir de compras, ni apretar el número 15 en un ascensor…”. Y añadió: “¡Y el mundo nos mira cómo si fuésemos raros…! ¡Hacemos reír, nosotros, y los tartamudos!”.

Cuando terminé la entrevista recibí las canciones ‘Con altura’, de Rosalía, y ‘Algo pequeñito’, de Daniel Diges por WhatsApp. Daban la razón a Josep Maria y eso, que para mí, es sano, porque soy el primero que me rio de mí mismo, ponía de manifesto la ignorancia que tenemos de la desigualdad que supone vivir con talla baja.

Fue un día extraordinario, en el qué me apunté a dos luchas. La primera, la que reclama a la Federación Española de Fútbol que reconozca como sección oficial el fútbol de talla baja, como ha hecho con las personas ciegas personas ciegas. Esa es la lucha de España Talla Baja; y la segunda: la que señala que es incomprensible que desde la Administración, los medios y la sociedad sigamos invisibilizando los muros que nos separan, o por el desconocimiento o por las bromas, y que siguen perpetuando las desigualdades en las diferencias.