El laberinto catalán

Más sombras que luces en una semana de alto voltaje

El 'sit and talk' de Tsunami Democràtic irrumpe en una semana de alto voltaje político

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Anna Cristeto

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Arranca otra semana de alto voltaje político. El jueves, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea decidirá sobre la inmunidad de Oriol Junqueras, que según el dictamen no vinculante del abogado general debió obtenerse desde la misma proclamación de los resultados electorales de mayo. Sin embargo, sería Carles Puigdemont quien más podría beneficiarse de un veredicto que puede abrir nuevas incógnitas. El sábado se celebra el congreso de ERC mientras las negociaciones con el PSOE siguen cocinándose a fuego lento. Precisamente como una concesión a los republicanos Pedro Sánchez llamará por teléfono el martes a Torra, sobre quien podría recaer en breve una inhabilitación.

La agenda tiene otra fecha señalada: el Barça-Madrid del miércoles. Tsunami Democràtic ha convocado una movilización para aprovechar el altavoz del clásico. Sus ideólogos afirman en redes que el partido se jugará con normalidad aunque su objetivo es que el 'Spain sit and talk' esté presente en las gradas y el terreno de juego.

El anonimato es la marca de la casa de Tsunami, cuyo secretismo colisiona con la normativa de asociaciones. Las entrevistas a sus miembros arrojan más sombras que luces. No se ofrece ningún dato sobre ellos y responden solo a las preguntas que les convienen, una costumbre no ajena entre algunos políticos. Nadie dice saber quién maneja los hilos. Tampoco los líderes independentistas, a pesar de que Puigdemont, Torra, Junqueras y Aragonès retuitearon en pocos minutos el primer mensaje lanzado en septiembre por este nuevo jugador.

Capacidad de movilización

Los más cinéfilos recordarán a Keyser Soze, el personaje de aquel 'thriller' en el que todos bailan al son de un hombre cuya identidad ignoran pero al que obedecen sin conocer sus planes. Tsunami también goza de gran seguidismo, como evidenció un reportaje de TV-3 sobre esta plataforma. Un manifestante que se dirigía a pie a La Jonquera relata que al recibir la convocatoria de Tsunami dejó lo que estaba haciendo en casa y se preparó para pasar días en el punto de encuentro. Nadie duda de su capacidad de movilización tras el colapso del aeropuerto de Barcelona y los cortes de carretera, pero convendría que aquellos que participan en sus acciones se preguntaran a qué intereses sirven.

Hace unos días, Josep Cuní decía que el nombre Tsunami Democràtic es un oxímoron. Una ola gigantesca que arrasa a su paso tiene poco que ver con la democracia, sugería. Los maremotos que las originan no entienden de política ni de sus tempos, pero este fenómeno es diferente. A ERC –ahora- no le interesa que la temperatura de las calles vuelva a subir. Quizá por ese motivo sus líderes ya no replican en redes las iniciativas del Tsunami. Puigdemont, sí.

A la vista de los avances de los equipos negociadores para la investidura, JxCat podría plantearse apretar el botón electoral y usar una eventual abstención de los republicanos en su contra. ERC, en cambio, pretende que los posconvergentes se muevan del no para no quedarse solos ante los independentistas más exigentes. 'Sit and talk', reza el eslogan de Tsunami adoptado como propio por los más próximos a Puigdemont, como Laura Borràs. Esta suerte de diálogo está de momento en marcha aunque no incluya ni interese a todo el independentismo.