La clave

'El irlandés' y los peligros de la desinformación

Los efectos visuales de la película se suman a las técnicas que proliferan en redes para manipular la realidad

Un Robert De Niro rejuvenecido digitalmente, en un fotograma de 'El irlandés', de Martin Scorsese

Un Robert De Niro rejuvenecido digitalmente, en un fotograma de 'El irlandés', de Martin Scorsese

Carol Álvarez

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La última película de Martin ScorseseEl irlandés,El irlandés  tiene una legión de fans y algún que otro detractor, pero la verdad es que no deja indiferente. Su particular revisión del género de gánsteres puede admirarse, por ejemplo, por la eficacia de unos efectos visuales que logran rejuvenecer a Robert De Niro. Es hipnótica su transformación: hemos visto a actores envejecer con trucos de cine, con postizos, pero la marcha atrás en el tiempo con tanta precisión es memorable e inquietante a la vez. Técnicas empleadas en divertimentos se han perfeccionado y las manipulaciones digitales cada vez son menos costosas y, por tanto, más frecuentes. Esta semana daba en Barcelona un grito de alerta Nicolás de Pedro, del Institute for Statecraft de Londres, a cuenta de la proliferación en las redes de este tipo de retoques digitales. Lo hacía en la presentación del libro #Desinformación. Poder y manipulación en la era digital, del Instituto de Seguridad y Cultura, que recoge varias reflexiones sobre la manipulación de la realidad que países y también organizaciones terroristas instrumentalizan para hacerse con el control de la opinión pública y de ahí, saltar al poder o consolidarlo. 

De Pedro asusta cuando señala que solo es cuestión de tiempo que se abarate la producción y se multiplique la amenaza: "Empezarán a circular tantos vídeos y audios que nos confundirán hasta el punto de no saber qué creer y qué no". Y ahí estamos los ciudadanos, más vulnerables que nunca ante estos ataques que la prensa, tradicional dique de contención y filtro de la conversación pública, a duras penas puede frenar. 

El De Niro rejuvenecido nos fascina pero nos debería hacer temblar ante lo que está por venir, de la misma manera que los comportamientos mafiosos tan bien contados en la película a partir de los más pequeños detalles y códigos de conducta nos devuelven como un espejo una visión de nuestra sociedad preñada de actitudes sectarias e impenetrables, negacionistas y de culto a causas donde quien disiente es un traidor.