La Clave

Greta, Melania y la Navidad

Los buenos propósitos se ven asediados por 'haters' y manipuladores interesados que intentan socavar sus cimientos

melania trump

melania trump / periodico

CAROL ÁLVAREZ

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Melania Trump deambula por las estancias de la Casa Blanca recargadas de árboles decorados con motivos navideños, con brillos y símbolos en cada plano del vídeo lanzado al hiperespacio social. La ostentosa estampa no deja indiferente, aunque la amalgama de emociones encontradas que despierta desborda la definición al uso del espíritu navideño.  

Hace más por la Navidad una iniciativa como la de las luces de este año del Raval, promovidas por entidades solidarias en torno al proyecto #RavalKm0, que el gasto en miles de euros en decoración callejera, aunque sean de leds y sostenibles. Polémicas reincidentes como la que levanta el diseño del Belén del Ayuntamiento de Barcelona año tras año pueden también ensombrecer proyectos. ¿Quién no se imagina a Colau debatiéndose entre liarla más el año que viene para que rabien los más conservadores, o directamente ahorrarse el coste del próximo Belén?  Con todo, hablemos de la Navidad aunque sea para criticar cómo la celebramos. Las fiestas se inventaron para dar impulso a nuestras vidas, para recordarnos que hay cosas que celebrar y que tenemos gente con quien hacerlo. 

Que luego vinieran los Amazon y los Black Friday a vaciarnos los bolsillos no tiene que desvirtuar el verdadero sentido de las fechas señaladas, como no podrán las empresas contaminantes sepultar con sus promesas y compromisos de dudosa aplicación todas las iniciativas, acuerdos y nuevas metas que salgan de la cumbre del clima. Los haters de Greta Thunberg miran con lupa la huella contaminante que deja a su paso para erosionar su mensaje y reducir su impacto. Cambiar el sistema desde dentro siempre arrastra sus contradicciones, pero asumirlas y seguir adelante con ellas es la única opción.

Greta, el Cyber Monday y los lujosos árboles de Navidad de Melania han asomado a la vez desde sus ventanas de actualidad y nos interpelan como sociedad. Toca sortear todas las trampas y seguir por nuestro carril.