Democracia en declive en la UE

Votantes suecos en un colegio electoral.

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ELISEO OLIVERAS

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Treinta años después de la caída del Muro de Berlín y del teórico triunfo de la democracia liberal, se está produciendo un significativo declive en la calidad democrática de los estados de la Unión Europea (UE). El retroceso democrático no se limita a Hungría y Polonia, ni a gobiernos cuestionados por sus ciudadanos de Malta, República Checa y Eslovaquia, sino que afecta también a los estados de Europa Occidental, como indica el reciente informe El Estado Global de la Democracia 2019, elaborado por el International Institute for Democracy and Electoral Assistance (IDEA).

Además de los recortes de los derechos y libertades individuales que se han aprobado bajo la coartada de prevenir el terrorismo islámico, el informe revela un significativo retroceso en los principales indicadores de la calidad democrática en los países de Europa Occidental en comparación con los indicadores del 2010, aunque aún se mantienen por encima del listón de alto grado democrático.

Los retrocesos se concentran en los controles sobre el gobierno, las libertades civiles, la calidad e integridad de los medios de comunicación, la independencia de la justicia, la imparcialidad de la Administración y el recorte del espacio de participación, precisa el informe. Este declive democrático, sumando a la pérdida de la confianza ciudadana en los partidos y los gobiernos y al incremento de la desigualdad y la precariedad, han favorecido el auge del voto de protesta contra los partidos gobernantes (conservadores, socialdemócratas y liberales), destaca el informe.

En Alemania, el principal país de la UE, se ha producido respecto a los índices de IDEA del 2010 un retroceso del 10% en la imparcialidad de la administración, del 24% en la independencia de la justicia, del 22% en la integridad de los medios de comunicación, del 7% en las libertades civiles y del 16% en los controles sobre el Gobierno. España, con unos niveles de calidad democrática más bajos que Alemania, también se ha registrado desde el 2010 descensos del 1% en la imparcialidad de la Administración, del 4% en la independencia de la justicia, del 12% en la integridad de los medios de comunicación, del 12% en las libertades y del 5% en los controles sobre el Gobierno. En Francia, por citar otro ejemplo, también se producen retrocesos en los citados índices del 10% el 14%.

El anexo del último Eurobarómetro de la Comisión Europea, publicado en mayo, refleja la escasa confianza de los ciudadanos en los partidos políticos y los gobiernos nacionales. Solo el 19% de los europeos afirma confiar en los partidos políticosDinamarca es el único país donde el porcentaje de ciudadanos que confía en los partidos es superior al de los que desconfía: 48% frente a 47%. Los índices más bajos corresponde a Francia y Reino Unido con el 8%, mientras que en España la confianza se limita al 12% y en Alemania al 29%. La confianza respecto al Gobierno nacional también es muy baja: el 34% de media en la UE, según el Eurobarómetro. Los escandinavos y holandeses son los que expresan más confianza en sus gobiernos: del 57% al 63%.

Este contexto constituye un campo abonado para la manipulación política a través de las redes sociales, como demostró el éxito de la campaña de Cambridge Analytica de mensajes individualizados para orientar el voto en las elecciones presidenciales de EEUU del 2016 a partir de perfiles personales diseñados con los datos obtenidos de Facebook. Un informe del NATO Strategic Communication Center for Excellence, acaba de demostrar a través de un investigación que no funciona el código de autorregulación en las redes sociales, promovido por la Comisión Europea para evitar la manipulación política.

Por el módico precio de 300 euros, el centro pudo comprar en mayo-junio hasta 54.000 falsas interacciones en las redes sociales: 3.530 comentarios, 25.750 me gusta, 20.000 visionados y 5.100 seguidores. El experimento detectó más de 18.700 cuentas falsas utilizadas para la manipulación. La investigación identificó también compromisos falsos comprados para 721 páginas políticas de internet y para 52 paginas gubernamentales oficiales. En julio, la entidad informó a Facebook, Twitter, Instagram y YouTube de esas cuentas falsas y tres semanas después comprobaron que el 95% de las cuentas e interacciones falsas seguían en activo.

La investigación muestra además que por solo 10 euros se pueden comprar en las redes sociales hasta 4.000 me gusta, 200 comentarios, 13.000 visionados y 3.800 seguidores. El informe precisa que el 90% de las operaciones para creación de cuentas e interacciones falsas se realiza por firmas con intereses puramente comerciales y que sólo el 10% están vinculadas a grupos con fines políticos.