ANÁLISIS

¿Y si el Camp Nou se harta de ellos?

Las 'vacas sagradas' azulgrana serán juzgadas mañana en el Camp Nou

Las 'vacas sagradas' azulgrana serán juzgadas mañana en el Camp Nou / periodico

Emilio Pérez de Rozas

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Los que mandan en esto del fútbol (o pretenden, o se lo creen, o lo hacen ver) empiezan a aceptar que, en efecto, las grandes estrellas (incluso las que no son tan grandes, tan mediáticas) hacen lo que les da la gana y más en sus clubs (y no solo en el Barça ¿verdad Bale? ¿a qué sí, Florentino?)

Ahora hemos sabido ¿no? que aquello que se dijo de que Messi había pedido a Bartomeu que fichase a su amigo Neymar Júnior era, no solo en beneficio suyo, amiguetes de grupo de WhatsApp, sino, por supuesto, pensando en el bien del Barça: cuando yo me retire, dentro de dos o tres años, tú pasarás a ser el ‘amo’.

Quién sabe, tal vez en aquellos días (yo, la verdad, veo a Messi jugando tantos años como quiera en el Barça, caminando), el presidente ya sea Gerard Piqué, que, más o menos, se ha fijado aquellas fechas para desentenderse, aún más, del fútbol y, fijo, preparar su candidatura ‘a lo Bayern de Múnich’ con sus amigos del vestuario.

¿Y si lo hiciesen todos?

No deja de ser curioso que estos chicos empiecen a planear sus vidas más allá del vestuario, del fútbol, del Barça. Lo malo, pienso yo, es que lo que no parece tener respuesta, ni por parte de Bartomeu, ni por parte de Ernesto Valverde, que insiste en que quiere futbolistas que hagan otras cosas además de jugar (“cuando no lo hacen, les criticáis; cuando las hacen, también”), ni, por supuesto, por parte de Eric Abidal, es qué pasaría si toda la plantilla del Barça (bueno, ni eso, los 13 titulares azulgranas) llevasen la misma vida que Piqué. ¿Les dejarían?, por supuesto. ¿Les llamarían la atención?, ¡ni hablar! ¿Se lo prohibirían?, ¡qué dice, hombre, qué dice!

No dejo de recordar aquella anécdota que me contó un día un importante directivo de la actual junta, sí. Hablando del poder de las ‘vacas sagradas’ y no tan vacas ni tan poderosas, me contó que, una vez llegado al acuerdo de renovación con uno de ellos (“como puedes suponer por una ‘pasta’ considerable”) le pedimos, por favor, que, al acto de la firma del día siguiente, en el que estarían, fundamentalmente, los fotógrafos, viniese con el Audi que les proporciona el club. “Y, sí, vino, pero con su Porsche”. Así son ellos. Primero ellos y, después, ellos.

Todos se defienden

Es verdad que jamás les ocurre nada. Bueno, a lo sumo, se van al Bayern de Múnich y siguen sin jugar nada. O que el único Balón de Oro españolLuisito Suárez, les defiende de sufrir rotaciones. Pero es evidente, cristalino, que son ya muchos los que empiezan a darse cuenta (sobre todo después de que el ‘Txingurri’ sacase toda, toda, la artillería en Leganés y nadie jugase nada), que, tal vez, el problema sean los futbolistas, las estrellas, no tanto el presidente que les consiente todo, el director deportivo que les cubre de todo o el entrenador, que, a lo sumo, les amenazó con Asun Fati y Carles Pérez.

Y lo digo porque, mira por donde, hoy vuelve a haber uno de esos partidos donde han de demostrar lo que valen y, sobre todo, lo que ganan. Con el fútbol, claro.