El pacto de Gobierno

Consultas internas

Se está reforzando la idea de que las personas afiliadas tienen derecho a ser consultadas antes de adoptar decisiones importantes

Pedro Sánchez obtiene el 'sí' de los militantes al preacuerdo con Pablo Iglesias

Pedro Sánchez obtiene el 'sí' de los militantes al preacuerdo con Pablo Iglesias. / periodico

Eulàlia Vintró

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Poco a poco, una medida de democracia interna y de fomento de la implicación de la militancia en las decisiones políticas  ha empezado a extenderse entre las formaciones de izquierda. Hace pocos años solo ICV consultaba a su gente los nombres de las personas que habían de encabezar las listas electorales en las contiendas locales, autonómicas, generales y europeas así como la dirección del propio partido. Fue en su momento una novedad, no exenta de críticas y de intentos de ridiculización, pero hoy va avanzando, la practican otros partidos y se está reforzando la idea de que las personas afiliadas tienen derecho a ser consultadas antes de adoptar decisiones importantes.

En estos momentos se acaba de celebrar o está en curso la consulta a los militantes socialistas, de Unidas Podemos, de los 'comuns' y de Esquerra Republicana sobre su acuerdo o desacuerdo con el futuro Gobierno de coalición entre las dos primeras fuerzas mencionadas. La consulta para estas mismas fuerzas tiene ámbito estatal y para las otras dos el ámbito es catalán, siendo para todas ellas, excepto ERC, vinculante y de obligado cumplimiento su resultado.

Varias encuestas poselectorales coinciden en otorgar una gran mayoría a los partidarios de este Gobierno de coalición progresista, sea por coincidencia en sus objetivos, sea por cansancio después de tantos meses de provisionalidad, sea para abrir una nueva etapa de acción gubernamental destinada a resolver los problemas reales y cotidianos. También los analistas políticos consideran que el resultado de las consultas será favorable al acuerdo programático ya firmado, excepto en el caso de ERC ya que la pregunta deliberadamente compleja y poco comprensible no clarifica ni la intención del partido ni el posible resultado. Sin embargo, como la decisión final corresponde a la dirección y no a la militancia, el número de apoyos a este Gobierno es más irrelevante y la implicación posterior de la militancia más débil.

El camino a seguir

Los datos de participación en el PSOE superan el 60% y en el PSC no llegan al 50, pero en ambos las adhesiones al Gobierno de coalición se sitúan por encima del 90%. Está claro, pues, el camino a seguir.

Y para Catalunya este es no solo el único sino el mejor camino para iniciar una vía de distensión, de diálogo y de búsqueda de soluciones viables al encaje de Catalunya dentro de España. Se ha de acabar el tiempo de las vías unilaterales, de la desobediencia y de los disturbios, por un lado, y de la rigidez constitucional inamovible, de la insensibilidad ante demandas razonables, del recurso a la justicia para no resolver problemas políticos y del uso de las fuerzas de seguridad para reprimir la participación en una votación, aunque esta no esté autorizada.

Todo el mundo debe reconocer sus errores y sentarse a negociar con calma, cordura, rigor, paciencia y respeto por sus interlocutores y por la ciudadanía que hasta ahora se ha comportado globalmente mucho mejor que sus representantes. Quizá sería bueno cambiar algunos y convocar elecciones en Catalunya para que la gente elija quién quiere que la represente en la imprescindible mesa de negociación.