La inestabilidad política
Insiste Sánchez Llibre
El presidente del Foment vuelve a pedir acuerdos y presupuestos a los Gobiernos de Madrid y Catalunya
Joan Tapia
Presidente del Comité Editorial de EL PERIÓDICO.
En España y en Catalunya es clamorosa la ausencia de políticos o ciudadanos notables que, cuanto falla de forma grave la capacidad de pacto, sepan tender puentes de contacto. El entonces nuevo presidente del Foment, Josep Sánchez Llibre, lo intento el año pasado al convertir la cena anual de la patronal catalana, en la que se entregan los premios Carles Ferrer Salat, en un llamamiento público a la negociación y el pacto entre los Gobiernos de España y Catalunya y a que en el 2019 hubiera presupuestos tanto aquí como en Madrid.
Fue un intento fallido porque el famoso borrador de la declaración de Pedralbes acabó en nada. ¿Por exigencias excesivas del Gobierno catalán? ¿Por indecisiones del Gobierno de Madrid? ¿Por el impacto de la campaña contra la declaración y el famoso 'mediador' de la derecha política y mediática, reforzada por la alarma de sectores socialistas?
Tensión entre los dos Gobiernos
Quizá por las tres cosas. Al final ERC votó contra los Presupuestos del 2019 (junto al PP y Cs), se tuvieron que convocar elecciones en abril, que se han repetido en noviembre, y estamos en la misma inestabilidad (no solo política sino constitucional) que hace un año. Pero Sánchez Llibre, que debe tener mucha fe democristiana en el tan católico bien común, insiste. En la misma cena de este año ha logrado sentar en la misma mesa a Nadia Calviño, vicepresidente económica in pectore, y a Pere Aragonés, vicepresidente de la Generalitat. Es una foto inédita cuando la tensión entre los dos Gobiernos (y los partidos que los sustentan) se ha disparado por la sentencia del Tribunal Supremo y por la contienda electoral. Pero la realidad es la misma: sin un mínimo de complicidad entre Barcelona y Madrid no saldremos de una peligrosa parálisis que puede incrementarse. Y el aval de la presencia en la cena de los secretarios generales de CCOO y UGT indica que la preocupación no es solo cosa del Foment y de Pimec.
El segundo mensaje de Sánchez Llibre fue aplaudir que ahora haya un pacto de gobierno entre el PSOE y Podemos. Después de tanto criticar la ingobernabilidad no seria coherente –dice el presidente del Foment– que se atacara un acuerdo que todavía está pendiente de la sensatez de ERC (o de Cs). Otra cosa es el criterio que el empresariado tenga ante el programa de gobierno y Sánchez Llibre puntualizó que hay aspectos de la reforma laboral que han ayudado a superar la crisis. El paro ha caído del 27% al 14% y ha generado mucho poder de compra. ¿La reforma laboral no ha tenido nada que ver? Es positivo que los empresarios defiendan lo que creen conveniente sin interferir en la soberanía del Parlamento para formar gobierno.
El tercer mensaje de Sánchez Libre –que contrasta con posiciones más ambiguas– es la firmeza en la defensa de la economía catalana. Eso de «independencia o barbarie» es una barbaridad ante la que es inconcebible que la sociedad catalana –y la Generalitat– no hayan reaccionado con contundencia. Paralizar aeropuertos, el AVE o las autopistas, como abogan los de Tsunami, es ignorar el mundo en que se vive.
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