Opinión | Editorial

El Periódico
Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El histórico viaje de los reyes a Cuba

Felipe VI defendió la evolución democrática de Cuba sin imposiciones desde el exterior

Felipe VI, en Cuba: "Los cambios en un país no pueden ser impuestos"

Felipe VI, en Cuba: "Los cambios en un país no pueden ser impuestos". / periodico

Del viaje de los Reyes a Cuba con motivo del 500º aniversario de la fundación de La Habana quedará para la historia el claro discurso de Felipe VI ante el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, en el que el monarca hizo una encendida defensa de la democracia y de los derechos humanos, desmintiendo así, a la vez, a quienes en España se oponían a la visita porque reforzaría al régimen castrista y a quienes le reprochaban que no recibiera a miembros de la disidencia. Casi una cuarta parte del discurso del Monarca estuvo dedicada, de forma inusual pero oportuna, a la política para, poniendo el ejemplo de la Constitución española de 1978, afirmar que «es en democracia como mejor se representan y se defienden los derechos humanos, la libertad y la dignidad de las personas». Pero el Rey aún dijo más. «La evolución, la adaptación y el cambio son inevitables», señaló, antes de reclamar la existencia de instituciones plurales que permitan las libertades de expresión, asociación y reunión. Felipe VI matizó, no obstante, que esos cambios no pueden ser impuestos al pueblo cubano.

Lo que sí pueden venir desde el exterior son aportaciones que favorezcan el desarrollo económico de Cuba y la apertura de su régimen. En este sentido, el viaje ha tenido un contenido cultural, comercial y económico, en proyectos de cooperación y también como apoyo a los empresarios españoles que están sufriendo el endurecimiento del embargo desde que Donald Trump llegó a la presidencia de EEUU. Los empresarios tienen que enfrentarse a las reclamaciones de quienes perdieron propiedades tras la Revolución, demandas permitidas en EEUU tras la aplicación del Título III de la Ley Helms-Burton que llevaba años congelado, mientras los cubanos vuelven a sufrir restricciones motivadas en parte por la intención de Trump de estrangular económicamente a Cuba. Como conclusión, la pregunta no debería ser por qué el Rey ha visitado Cuba, sino por qué ningún monarca español había viajado a la isla desde su independencia.