Cita con las urnas
Mala idea
Los sondeos nos indican que el PSOE podría obtener menos diputados de los que tenía hasta ahora. Jugada maestra: la avaricia rompe el saco
Andreu Pujol Mas
Historiador
Andreu Pujol Mas
Este domingo hay unas elecciones que, como ya revelan todas las encuestas, fueron una mala idea de Pedro Sánchez, de quien le asesore o de la Divina Providencia que lo inspiró. Con los sondeos del verano los socialistas ya se veían subiendo hasta 150 escaños y pudiendo imponerse en un Parlamento fragmentado en un mosaico de colores. Ya se sabe, la distensión de las vacaciones y la embriaguez de los mojitos predisponen al optimismo. Hoy, las cifras que nos llegan desde Andorra, entre quesos holandeses de bola y chocolatinas suizas triangulares, nos indican que el PSOE podría obtener menos diputados de los que tenía hasta ahora. Jugada maestra: la avaricia rompe el saco. O lo puede romper, que los resultados todavía están por ver.
En cuanto a Catalunya, en esta campaña más corta de lo habitual hemos visto cómo Sánchez se ha dedicado a competir con las propuestas de la derecha carpetovetónica, más que a ofrecer un escenario alternativo que pudiera tener en cuenta la voluntad mayoritaria de los catalanes. En vez de preguntarse por las verdaderas razones de fondo del auge independentista y del amplio consenso por ejercer la autodeterminación, quiso creerse las mentiras que culpan a los maestros y a la televisión pública, como si los catalanes fuéramos muñecos maleables sin criterio propio.
Así, intenta aparentar que todo se solucionaría impartiendo una asignatura para estudiar la Constitución y con una modificación de la ley general audiovisual que no sabemos exactamente en qué consiste. Según dijo en el debate de TVE, se trataría de "que los consejos de administración de todos los entes públicos de medios de comunicación [...] sean aprobados con un apoyo de dos terceras partes de sus parlamentos autonómicos. Con ello acabaremos con el uso sectario que se está haciendo por parte del independentismo catalán en el caso de TV-3 ". Se olvidó de que actualmente ya se necesitan dos tercios del Parlament de Catalunya para nombrar el consejo de la Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals, según una ley aprobada por unanimidad en la cámara catalana.
Reivindicación convertida en delito
La última gran propuesta en ese debate consistía en "incorporar en el Código Penal un nuevo delito para prohibir de una vez por todas la celebración de referéndums ilegales en Catalunya", lo que indica que hoy por hoy los referendos son legales a pesar de que haya nueve personas en prisión por haber convocado uno, con Junqueras al frente con una condena de 13 años. Como no le gusta lo que pide una mayoría de la sociedad catalana, lo que propone es convertir en delito su reivindicación, que viene a ser lo mismo que barrer bajo la alfombra.
Y es que es todavía una idea peor que la convocatoria de elecciones la de prestarse voluntariamente a jugar en campo contrario: seguro que estas propuestas suenan mucho más creíbles en boca de PP, Ciudadanos y Vox. Que el supuesto progresismo se dedique a comprarles la moto solo hace que el centro se desplaza hacia la intransigencia y el fanatismo.
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