La formación de Gobierno

¡Ministro de Marina!

Tras el 10-N cierta complicidad entre el PSOE y ERC será muy dificil, pero tampoco puede descartarse

Ilustración de Leonard Beard

Ilustración de Leonard Beard / periodico

Joan Tapia

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El Club de Amigos de la Unesco era en los 60 y primeros 70 un refugio de la ERC clandestina: Heribert Barrera, Jaume Serra i Gasulla, Josep M. Imbert, Jaume Casanovas i Artigas... Casanovas era un extrovertido y cordial pequeño comerciante que no usaba corbata. Pero no era Bargalló, siempre llevaba pajarita.

Casanovas me contaba la historia de ERC. Recuerdo que me dijo que, a mediados del 33, Lluís Companys era presidente del Parlament (y sucesor legal de Macià en el caso de que falleciera). Macià le dijo que debía coger con urgencia el tren de Madrid porque había acordado con Azaña que sería ministro de la República.

Companys inquirió por el ministerio y Macià le confesó que aún no lo sabía, que le llamara desde el apeadero de Zaragoza, donde el tren hacía una parada. Companys llamó: ¡ministro de Marina! Ninguno de los dos se echó atrás. Algo que contrasta con la reciente actitud de Pablo Iglesias a una vicepresidencia para Podemos.

El catalanismo y la democracia en España

La Segunda República acabó muy mal. No solo por culpa de la derecha. Hoy sabemos que Azaña, el PSOE y ERC cometieron mayúsculos errores. Pero el catalanismo progresista -ERC no exigía entonces la independencia- ha sido siempre básico en el intento de asentar una democracia en España. De formas distintas, Pujol, Miquel Roca, Joan Puigcercós y Carod-Rovira lo intentaron.

Ahora las encuestas dicen que el único Gobierno progresista posible en España -se vota el domingo- exige cierta complicidad entre el PSOE y ERC. ¿Será posible después de la sentencia y de que Sánchez tuviera que convocar elecciones porque ERC votó contra los Presupuestos del 2019?

Sánchez, dolido y que no quiere perder las elecciones -en Madrid las iniciativas de Torra han creado sentimientos contrarios a los de Tarradellas- dice que quiere gobernar sin depender del independentismo. Y ERC, que teme perder votos ante las CUP y el maximalismo puigdemontista, asegura que con este PSOE no se puede pactar nada. Oriol Junqueras y Rufián lo acaban de repetir y este último ya advirtió que tras la sentencia todo sería más difícil.

Pero, guste o no guste, si las encuestas no se equivocan solo puede haber un Gobierno de centro-izquierda con una entente del PSOE y ERC que arrastre a Iglesias. Es casi imposible. Hay exceso de choques y además -si existe- la tercera vía entre la Constitución y la autodeterminación está por inventar.

De lo que no hay duda es de que es lo que desea la gran mayoría de catalanes, pues según las encuestas –y como ya pasó en el pasado abril- el ganador será ERC y el segundo el PSC posibilista de Miquel Iceta. Y el PSOE es el partido más cualificado para gestionar el conflicto para el 22% de los electores españoles y el segundo (el 16% frente al 19% de Podemos) para los catalanes.

Pedro Sánchez y Oriol Junqueras deberán decidir si prefieren esta laberíntica salida, o un pacto PSOE-PP, u otra repetición electoral. Y la realidad, según la encuesta de EL PERIÓDICO, es que el 65% de los españoles apuestan por una solución negociada a través del diálogo.