Ideas

Cuando las cosas se tuercen

La especialidad de Herman Koch consiste en sacar a la luz la basura que se esconde bajo la alfombra en Holanda

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Ramón de España

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El alcalde de Amsterdam lleva una vida muy apacible hasta que una noche, durante una recepción, observa cómo su mujer -procedente de un país europeo sin especificar, aunque todo apunta a Italia o España- estalla en carcajadas ante el inaudible comentario de un concejal al que nuestro hombre considera un muermo y un tarugo. A partir de ahí, nada será lo mismo para el señor alcalde, quien se obsesiona con la anécdota y empieza a pensar que su esposa le pone los cuernos con semejante badulaque.

Así empieza 'Sospechas', la nueva y estupenda novela de Herman Koch (Arnhem, 1958) que acaba de publicar Salamandra, donde también podemos encontrar sus anteriores libros, los magníficos 'La cena' y 'Casa de verano con piscina' y el no tan logrado (por exceso de autorreferencias) 'Estimado señor M'. La especialidad del señor Koch consiste en sacar a la luz la basura que se esconde bajo la alfombra en su país natal (la autocrítica alcanza extremos hilarantes en 'Sospechas'). También se le da muy bien partir de una situación banal que, por el motivo que sea, se descontrola y corre enloquecida hacia la tragicomedia, género en el que el autor es un maestro. Si 'La cena' hablaba de cómo una inocente reunión de amigos puede conducir a una catástrofe social, y 'Casa de verano con piscina' convertía algo tan banal como unas vacaciones en una pesadilla, 'Sospechas' nos alerta sobre los riesgos de los celos, justificados o no, recordándonos a veces la magnífica novela de Julian Barnes, 'Antes de conocernos', en la que los celos retrospectivos le amargaban estúpidamente la vida al protagonista.

"¿Qué le habrá dicho ese imbécil a mi mujer para que ésta suelte una carcajada que no oigo jamás en mi propia casa?". Esa es la pregunta que se hace nuestro amigo el alcalde y que más le valdría no haberse hecho nunca. Y lo que sigue es un espanto extrañamente divertido en el que nuestro hombre debe pechar con la supuesta infidelidad de su esposa, los delirios eutanásicos de su anciano padre y la manera de ser de sus compatriotas, que a menudo le saca de quicio. Como en sus demás novelas, Koch nos muestra en 'Sospechas' la absurda tendencia de los seres humanos a complicarse la vida, que ya es bastante compleja de natural, y lo hace de una manera tan profunda como entretenida. Como dice la frase hecha, 'La vida es dura y luego te mueres'.