el cierre

El sofá por la ventana

El aplazamiento del clásico Barcelona-Real Madrid a una distancia temporal de mes y medio descuida causas, consecuencias y damnificados intermedios

Pancartas en el último clásico jugado en mayo del 2018 en el Camp Nou.

Pancartas en el último clásico jugado en mayo del 2018 en el Camp Nou. / periodico

Antoni Daimiel

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Hay un cuento popular que narra cómo un hombre llega a su casa y se encuentra a su esposa retozando con otro hombre en el sofá. La ira y el afán porque algo así no volviera a suceder le llevó a tirar el sofá por la ventana. Se trata de una figura simbólica que retrata una reacción muy habitual en el ser humano, la de no corresponder directa y esencialmente la solución con el problema. 

El aplazamiento del clásico Barcelona-Real Madrid a una distancia temporal de mes y medio descuida causas, consecuencias y damnificados intermedios. Transforma todo el abanico de condicionantes e influencias, así que no es un aplazamiento, será la disputa de un partido simplemente diferente. Jugadores que a finales de octubre se presentaban lesionados, sancionados o lejos de su mejor forma es probable que puedan llegar en un gran momento de juego al partido previo a las fiestas navideñas.

Y viceversa, porque quizás ahora ni podemos imaginarnos alguna ausencia importante para el partido del próximo 18 de diciembre. En nombre de la seguridad se han evitado inconvenientes y desgracias pero también se ha cambiado la historia en modos artificiales y se le ha hecho la vida mucho más complicada a mucha gente. Y en este caso que nos ocupa es muy difícil suponer que la situación política y de seguridad ciudadana vaya a variar en este tiempo de manera considerable. Además, tengo que decirlo, posiblemente este columnista haya perdido 1.500 euros porque el sorteo del signo de la quiniela correspondiente al clásico aplazado me dio la espalda. En el bombo salió un uno y yo lo jugaba a doble, X2. Pasé de 13 a 12 aciertos.

El destino es caprichoso y vacilón. Hace dos años decidieron en la MLB (Liga profesional de beisbol de EEUU) que el resultado del All Star no podía decidir la ventaja de campo en las Series Mundiales (playoff final del campeonato), que era mucho más justo premiar el balance y los resultados de la temporada regular, como ocurre en la NBA. Se compraron un gran sofá. Pues resulta que en el reciente título de los Washington Nationals contra los Houston Astros, el equipo de la capital venció 4-3 en la serie final, y ¡los siete partidos de la eliminatoria los ganó el equipo visitante! Algunos ya están abriendo la ventana. 

Ventaja de campo

Hay que recordar que en la NBA el equipo con ventaja de campo ha ganado cinco de las últimas seis finales, y en la única que no lo hizo tuvo lugar una remontada de un 1-3 en esa serie final, algo que nunca se había dado en la historia. En la Liga ACB, desde 1983 hasta la actualidad, el campeón de la liga regular ha acabado llevándose el título en un 65% de los casos. Y lo lógico es que en la Euroliga las aventuras de los campeones Fenerbahçe en 2017 y Real Madrid en 2018 (ambos quedaron quintos en la primera fase) no sean más que excepciones en el actual formato. Lo más importante de la ventaja de campo no es poder mantener rutinas o dormir en tu cama. Lo decisivo es el efecto placebo: jugar como local da ventaja porque el que lo hace cree que la tiene por el hecho de jugar en casa.