Al contrataque

'Mare de Déu'

Torra está siendo más contundente a la hora de perseguir a los que sofocan la violencia frente a los que la provocan

Los Mossos detienen a un manifestante en la Rambla de Barcelona

Los Mossos detienen a un manifestante en la Rambla de Barcelona / ÀNGEL GARCÍA

Cristina Pardo

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Hace ya un par de semanas que se repiten de manera más o menos aislada los incidentes violentos en las calles de Barcelona. Decenas de individuos encapuchados tiran objetos contundentes a las fuerzas de seguridad, montan barricadas de fuego, incordian a vecinos y turistas, hieren y son heridos o bloquean aeropuertos, fronteras y estaciones ferroviarias. Resulta ridículo ver que ya les da igual todo, es montar la gresca porque sí, perjudique a quien perjudique. Me refiero, por ejemplo, a esa mujer que intentaba hace unas horas superar una barrera humana de radicales en la estación del AVE para coger un tren y se lo trataron de impedir al grito de “no te vas a casa, porque hay gente que va a estar 13 años sin volver a casa”. Como si esta pobre mujer fuera responsable de la situación de los presos y de su destino más inmediato.

En este ambiente, las instituciones catalanas siguen eludiendo la condena rotunda de la violencia callejera. La última vez que le preguntaron al 'president' de la Generalitat, Quim Torra, soltó un bufido dejando claro que la prensa le parecía un verdadero coñazo y se giró sin contestar, mientras mascullaba entre dientes “Mare de Déu”. Pues sí, madre de Dios, lo que hay que ver. Es muy difícil encontrar hoy en día unos niveles tan altos de irresponsabilidad. No contento con eso, Torra está intentando asfixiar a su 'conseller' de Interior para, al mismo tiempo, lanzar un guiño a los violentos. Lo nunca visto. Así, ha abierto “la investigación interna más grande que se ha hecho nunca de un operativo” para ver qué han hecho mal los Mossos d’Esquadra. Es decir, que Torra está siendo más contundente a la hora de perseguir a los que sofocan la violencia, sin los medios suficientes según denuncian ellos mismos, frente a los que la provocan. Supongo que con esta decisión espera que su policía se lo piense muy mucho a la hora de repeler los ataques o a la hora de responder cuando estén acorralados por los violentos. Claro, hombre, que no hagan nada.

Para colmo de males, la presidenta de la Assemblea Nacional Catalana ha venido recientemente a minimizar la gravedad de los disturbios callejeros, alegando que tienen la parte positiva de hacer visible el conflicto en el exterior. O sea, que hablen de ti, aunque sea fatal. Quizá Elisenda Paluzie no fue del todo consciente de la burrada que estaba diciendo. Le pareció que tampoco era para tanto, porque es probable que crea firmemente en las ventajas de salir en las portadas de todos los países con la calle en llamas o en lo positivo que es que embajadas de diferentes países adviertan a sus ciudadanos sobre los riesgos de viajar a Barcelona. Mare de Déu. Es el mundo al revés. Y es terrible.