TENSIÓN EN ORIENTE PRÓXIMO

El Líbano se suma a la protesta

La anquilosada estructura productiva y el clientelismo sectario han llevado a una frustración ciudadana

Manifestación antigubernamental en Beirut.

Manifestación antigubernamental en Beirut. / periodico

Jesús A. Núñez Villaverde

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Como otros muchos antes, el Líbano se suma a la oleada de protestas ciudadanas exigiendo directamente la caída de un Gobierno que califica como corrupto e inoperante. En apenas cinco días se ha pasado de centenares de protestantes a más de un millón (en un país con apenas 6,5 millones de habitantes). La espoleta que ha disparado el proceso fue la crítica por la ineficacia gubernamental en la respuesta a los 103 incendios que se produjeron en un plazo de tres días y, sobre todo, el anuncio de que se aplicaría una cuota mensual de casi seis euros por las llamadas telefónicas de Whatsapp y se aprobarían nuevos impuestos.

Saad Hariri pretendía así salir de una penosa situación económica -la deuda externa supera el 150% del PIB nacional, el déficit público ronda el 9% del PIB y los refugiados sirios y palestinos son más de 1,5 millones- para lograr el acceso a los 11.000 millones de dólares que diversos donantes internacionales acordaron poner en sus manos en abril del pasado año, a cambio de la aprobación de determinadas reformas y medidas de austeridad. La anquilosada estructura productiva y el clientelismo sectario han llevado a una frustración ciudadana que ahora estalla, en un movimiento transversal que supera las fracturas sectarias y religiosas, demandando un futuro digno.

Medida insuficiente

Por eso, la rectificación gubernamental -reducción a la mitad del salario de presidentes, ministros y diputados y retirada del cobro de la nueva tasa telefónica- se antoja insuficiente para calmar a una población harta de unos políticos más preocupados de preservar sus propios privilegios que de atender las necesidades de la población y atajar la corrupción, la desigualdad y la injusticia reinantes. Si a eso se une que Hezbolá, el principal actor político y militar del Líbano, ya ha expresado su rechazo a la dimisión de Hariri, sosteniendo que un cambio de gobierno no es la solución, solo cabe esperar más problemas, sin que ni siquiera quede claro si finalmente se desbloquearán los fondos mencionados.

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