IDEAS

Un sueño de los 90

Una imagen promocional de la serie 'Ally McBeal'

Una imagen promocional de la serie 'Ally McBeal'

Mónica Vázquez

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Las series de televisión sirven para muchas cosas. Pueden educarnos en temas peliagudos, contarnos historias truculentas que no podríamos digerir en la vida real. Pueden asustarnos sin darnos miedo, hacernos llorar sin tener que lidiar con la pena. Y también pueden llevarnos de viaje a un mundo tan lejano al nuestro que olvidemos, aunque sea por un rato, la realidad que nos rodea.

Estamos en el 2019 y 'Ally McBeal' nos representa más hoy de lo que lo hacía entonces. Han pasado veinte años y apenas hemos cambiado. Los mismos dilemas, los mismos dramas

Y a veces, sólo a veces, nos pueden llevar a quienes éramos cuando las vimos por primera vez, reconstruyendo un recuerdo que, quizá, nos define más de lo que nos gustaría. Una de esas series es, para mí y mucha otra gente, 'Ally McBeal', una ficción sobre un bufete de jóvenes abogados que intentan crecer como personas y como profesionales en la ciudad de Boston. Cada personaje traía consigo un mundo distinto y una complejidad implícita que era celebrada cada vez más según crecía la serie, abriendo el mundo de los que entonces devorábamos las aventuras de la protagonista, descubriendo con ella dramas, dilemas y nostalgias que, hasta entonces, nos habían enseñado a ignorar. Ver 'Ally McBeal' hoy es, tal y como lo fue entonces, un entretenidísimo ejercicio de conciencia social.

La historia se escribe día a día y, en esta vorágine del bendito cambio en el que reconfiguramos quienes somos constantemente, la nostalgia da un poco de vértigo. Volver a ver las ficciones que en su día nos construyeron puede resultar un tanto problemático, pero puede ser muy útil para entender dónde nos encontramos ahora y hacia dónde vamos encaminados. 'Ally McBeal' fue una serie que rompió muchos tabús, a veces de manera abrupta, puede que incluso un poco cruel, pero traía a la pantalla preguntas que los adultos de entonces ni siquiera se atrevían a plantearse… y muchos de los adultos de hoy evitan pararse a pensar.

Lo cierto es que estamos en el 2019 y 'Ally McBeal' nos representa más hoy de lo que lo hacía entonces. Han pasado veinte años y apenas hemos cambiado. Los mismos dilemas, los mismos dramas. Estamos atrapados en un sueño de los 90 y no, ninguna canción de Vonda Shepard nos va a sacar de esta.