Donald Trump

Las reglas del 'impeachment '

Se debate si es posible iniciar el 'impeachment' de Trump sin realizar una investigación completa de la actuación del presidente

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zentauroepp50384466 leonard beard191013172407 / LEONARD BEARD

Xavier Arbós

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En la Cámara de Representantes se plantean iniciar un procedimiento de destitución, que, si prosperara, podría privar de su cargo de presidente de los Estados Unidos a Donald TrumpEse procedimiento está previsto en la Constitución norteamericana, y se conoce como 'impeachmentConstitución norteamericana'. El venerable texto estadounidense data de 1787, por lo que no podemos encontrar en él los mismos mecanismos de control del poder ejecutivo que las constituciones siguientes no recogerán hasta bien entrado el siglo XX. En los sistemas parlamentarios actuales disponemos de las mociones de censura, que permiten destituir a un presidente del Gobierno de modo expeditivo. En general, basta una mayoría reforzada que acredite que el jefe del Ejecutivo ha perdido la confianza del Parlamento. En el 'impeachment', en cambio, se actúa de un modo parecido a un proceso penal. Se formulan cargos en la Cámara de Representantes, por los que se imputa al presidente un comportamiento reprobable. La decisión final sobre si procede la destitución le corresponde al Senado.

Este apunte simplifica mucho la regulación del 'impeachment'. Conviene, pues, valorar lo que recogen los preceptos constitucionales y lo que queda fuera de ellos. Empecemos por lo que dice la sección cuarta del artículo II de la Constitución de los Estados Unidos: “El presidente, el vicepresidente y todos los funcionarios civiles de los Estados Unidos serán separados de sus puestos al ser acusados y declarados culpables de traición, cohecho u otros delitos y faltas graves”. No es imprescindible que las acusaciones se correspondan exactamente a tipos de delito predefinidos por leyes penales. Alexander Hamilton, en el número 65 de los 'Federalist Papers', donde comentaba la Constitución en lo relativo al 'impeachment', entendía que se pudieran juzgar irregularidades de naturaleza política, como cualquier conducta que perjudicara a la sociedad. En todo caso, esta es la única vía para destituir a un presidente. La sección cuarta de la vigesimoquinta enmienda, de 1965, está pensada para declarar la incapacidad del presidente, pero este puede recuperar la plenitud de sus funciones. Ello no es posible si es destituido.

¿Quién decide?

El procedimiento del 'impeachment' se encuentra en las secciones segunda (cláusula 5), y tercera (cláusulas 6 y 7) del artículo I de la Constitución. Se establece que la Cámara de Representantes es la única que puede determinar el inicio del procedimiento de destitución. Pero no da muchas más precisiones, de modo que se entiende que habrá que acudir a las normas internas de la propia Cámara. El precedente más próximo hay que buscarlo en el 'impeachment' de Bill Clinton (1998), que finalmente no prosperó. Entonces, la Comisión de asuntos judiciales (House Judiciary Committee) estableció los cargos tras una investigación. Ahora se debate si es posible iniciar el 'impeachment' de Trump sin realizar una investigación completa de la actuación del presidente. La minoría republicana de la Cámara sostiene que no, pero hay expertos que mantienen que, ante el silencio de la Constitución, basta con los indicios que resulten de una investigación preliminar. Si surgen meros indicios se puede pasar al voto del pleno de la Cámara de representantes. Allí es necesaria la mayoría, y los demócratas lo tienen relativamente fácil: disponen de 218 escaños sobre el total de 435. Pero en Estados Unidos la disciplina de partido es bastante laxa, y no se puede descartar la pérdida de votos imprescindibles.

La Cámara de Representantes
es la única que puede
 iniciar el proceso de destitución

El Senado es el que decide sobre la acusación que le llega de la Cámara de representantes, y adelantemos que se requiere una mayoría de dos tercios para que el acusado por la Cámara de representantes sea “condenado” (“convicted”). Los demócratas disponen de 45 escaños sobre los 100 del Senado, y quedan lejos de los 67 indispensables para alcanzar los dos tercios. En estas condiciones, lo más probable es que el Senado, con mayoría de republicanos, rechace destituir a Trump. Tiene que hacerlo con un procedimiento equiparable al de un juicio; la constitución habla de “to try” a la persona objeto del 'impeachment'. Pero, una vez más, se carece de reglas preestablecidas, y es el Senado mismo el que las establece para cada caso. Podría dar audiencia a testigos de la acusación y de la defensa, o directamente pasar a votar sin más sobre la inocencia o culpabilidad de Trump sobre los cargos que se le formularan. En todo caso, lo que sí se desprende de la Constitución es que, aunque el Senado exonere a Trump de las acusaciones de la Cámara de representantes, eso no impediría un procedimiento penal por cargos delictivos, aunque el Senado los hubiera considerado inexistentes. Veremos qué ocurre.

Catedrático de Derecho Constitucional (UB).