Opinión | Editorial
Estallido social en Ecuador
Las medidas económicas del presidente cuestionan la economía de supervivencia de la sociedad indígenas
La crisis social y política desencadenada en Ecuador por la retirada de la subvención del precio de la gasolina pone sobre la mesa una vez más las desigualdades consagradas por comunidades extremadamente duales, en las que la economía de supervivencia está manifiestamente más extendida que la de rentas. Los ajustes exigidos por el Fondo Monetario Internacional al Gobierno de Lenin Moreno desnaturalizan el programa con el que se presentó a las elecciones para suceder a Rafael Correa y ponen en entredicho la viabilidad de la mayoría de promesas, lastradas todas por el peso insostenible de la deuda y la necesidad de financiación exterior. Un dato especialmente grave en el caso de la gasolina, porque su encarecimiento grava en cascada todos los sectores al encarecer el transporte público y privado, indispensable este último en un país con una red de servicios claramente insuficiente.
Si los ajustes repentinos suelen castigar de forma especial a los más vulnerables, en el caso ecuatoriano van más allá de toda previsión los efectos que tendrán sobre las economías a precario, tan frecuentes y generalizadas en el mundo indígena. De ahí que el descontento sea especialmente activo y radical en esta parte de la población, alejada de los núcleos urbanos y de la política institucional. Y hace asimismo comprensible el disgusto de los afectados cuando se les prometen medidas compensatorias que en realidad no compensan nada, porque el precio de la gasolina se mantiene fuera de sus posibilidades en un país productor de petróleo.
A lo enumerado debe añadirse el choque de pareceres y la gesticulación de Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, excitado por Lenin Moreno, para comprender hasta qué punto la exasperación de la protesta ha llevado a Ecuador al peor de los escenarios imaginables. Porque, más allá de las palabras, se ha quebrado un modelo de supervivencia sin alternativa para las sociedades indígenas, que no aspiran a mucho más que a evitar que su vida empeore como tantas otras veces sucedió.
- Barcelona, “decepcionada” y “preocupada” por que la Generalitat anuncie una desalinizadora flotante en el puerto sin avisarle
- García-Castellón y Gadea dejarán sus plazas en la Audiencia Nacional y Pedraz sopesa hacerse con el juzgado del Tsunami, por Ernesto Ekaizer
- El invierno vuelve por Sant Jordi: los meteorólogos alertan del fenómeno que nos espera la próxima semana en Catalunya
- El presidente del PP de Esplugues coló durante años facturas personales como gastos del partido para pagarlas con dinero público
- Airbnb aconseja a los propietarios que no anuncien las piscinas en sus alojamientos turísticos
- Vuelve Moisés a Pasapalabra: el concursante desvela los problemas que sufrió en el pasado y por los que tuvo que abandonar el programa
- DANA a la vista: estas serán las zonas más afectadas
- Sumergir los pies en vinagre, la nueva tendencia que arrasa: estos son sus beneficios