Opinión | Editorial

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La inseguridad, el problema que más inquieta en BCN

Negar que la percepción ciudadana está basada en hechos reales no soluciona nada, al contrario

Pelea en una playa de Barcelona

Pelea en una playa de Barcelona / periodico

Las encuestas sobre la gestión municipal de Barcelona que semestralmente hace públicas el ayuntamiento nos proporcionan un retrato aproximado de las inquietudes y la percepción que tienen los barceloneses sobre su ciudad. Tras una década en que, sucesivamente, el paro, la precariedad, el turismo y el acceso a la vivienda se sucedieron en el primer puesto en las preocupaciones de los vecinos, <strong>en el último semestre del año pasado irrumpió en primera posición la inseguridad</strong> ciudadana. <strong>La encuesta presentada ayer,</strong> correspondiente al primer semestre de 2019, aunque con datos que el consistorio considera «un poco antiguos» certifica que esa sigue siendo la problemática que más inquieta a más barceloneses, si bien con un descenso en relación al último barómetro, del 21% al 17%, unas cifras que probablemente puedan aumentar a causa de <strong>los acontecimientos violentos vividos este verano.</strong>

Sorprenden los porcentajes bajos de los efectos del turismo y la práctica desaparición, al menos como inquietud inmediata, del encaje entre Catalunya y España. La ciudadanía está más pendiente de la vida cotidiana, que no solo se concentra en la seguridad, sino también en la circulación, la limpieza y el medio ambiente, sin olvidar, por supuesto el déficit de vivienda asequible.

La sospecha de que el incremento del malestar fuese principalmente un efecto coyuntural de estrategias de desgaste preelectoral contra el gobierno municipal de Ada Colau no puede seguir sosteniéndose. Esta inquietud se mantiene en el tiempo y ya se plasma en movilizaciones vecinales, las estadísticas de la delincuencia en la ciudad corroboran que está fundamentada en hechos y una circunstancia tan constatable como la falta de efectivos policiales en tareas de seguridad ciudadana sigue siendo tan evidente ahora como hace meses.

La creación de una concejalía de seguridad va por el buen camino. El peligro de que grupos interesados políticamente o incluso pulsiones de tintes xenófobos puedan estar detrás de alguna actividad de agitación sobre la inseguridad no debe llevar en absoluto a negar la realidad. Hacerlo no haría más que empeorar el problema.