ANÁLISIS

Desamor bajo los palos

Courtois, bajo los palos, en el encuentro de la Champions frente al Brujas

Courtois, bajo los palos, en el encuentro de la Champions frente al Brujas / periodico

Mónica Marchante

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No es el virus estomacal que le dejó en el descanso del partido ante el Brujas en el vestuario del Bernabéu lo peor que le ha ocurrido a Thibaut Courtois esta semana. Le va a costar más alejar el desamor que se ha apoderado de la grada de Concha Espina cada vez que un rival encara la portería blanca.

El 'guante de oro' del último Mundial de Rusia lo tiene todo para ser uno de los mejores del mundo. Pero le falta algo que otros más bajitos y con menos planta que él tuvieron en su puesto. Se llama ángel, estrella o suerte. O fortaleza mental y emocional para soportar la presión que supone defender esa portería.

Lo sucedido en el primer tiempo ante el Brujas, cuando de tres ocasiones dos, y de qué manera, fueron transformadas en gol por Bonaventure, sumado a la remontada del segundo tiempo, ya sin el belga en el campo y con una gran intervención de Areola en un uno contra uno, es una piedra más en el saco que le está pesando a Thibaut sobre sus espaldas.¿Ansiedad?

Courtois fue campeón de liga con el Atlético de Madrid encajando 24 goles en 37 partidos disputados. Sus dos últimos años de rojiblanco fue el Zamora. En sus cuatro años en la Premier, con el Chelsea, el peor fue el último en el que encajó 34 goles en 35 partidos jugados. Llama la atención que en solo 27 partidos de liga con el Real Madrid el año pasado encajase 36 goles. Más que en ningún sitio y en menos partidos.

Acuerdo por seis temporadas

La llegada de Courtois al Real Madrid fue tan deseada por él como complicada por la gestación y el momento en el que se produjo. Zidane se había marchado negándole seis meses antes al Real Madrid la contratación de Kepa, que se fue al Chelsea previo pago de su cláusula: 80 millones de euros. Por la mitad, 40, el Real Madrid fichaba al belga con 26 años para 6 temporadas. Pero Lopetegui empezó respetando los galones de Keylor Navas en la liga. Y el vestuario hizo piña en torno al portero de las tres Champions.

Thibout se colocó definitivamente bajo los palos cuando Solari se mostró partidario de no rotar en la portería. Y sin ser responsable de la malísima temporada en blanco, tampoco tuvo ese ángel que salva partidos igualados. La falta de gol arriba ha obligado a necesitar milagros atrás.

Courtois no ha cometido errores más groseros que otros, pero tampoco ha salvado al Real Madrid de la catástrofe, como sí hizo Areola justo el martes.

Iker Casillas, ya por la noche, tuiteaba que Oblak es el mejor portero del momento. Otro latigazo en el estómago de Courtois

Pero, ¿alguien se acuerda del error de Iker en la final de Lisboa? Sin el empate de Ramos en el minuto 93, y los tres goles posteriores, el aficionado se habría acordado mucho tiempo de aquel fallo.

Conviene ser justos. Con la capacidad goleadora de aquel Real Madrid de Cristiano, el run run del Bernabéu cuando llega el turno de Courtois no sería tal. Pero ya se sabe que a falta de análisis más profundos… la culpa siempre fue del cha cha cha.