IDEAS

Volver a 'La posesión'

El cineasta polaco Andrzej Zulawski, fallecido de cáncer esta madrugada.

El cineasta polaco Andrzej Zulawski, fallecido de cáncer esta madrugada. / periodico

Desirée de Fez

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

No puedo esperar a ver cómo respiran 'La posesión' (1981) y 'Crash' (1996) en sus pases en el festival de Sitges. Estoy hasta nerviosa. Una de las cosas más absurdas que hacemos los que asistimos a festivales de cine, tanto si los cubrimos como prensa como si vamos de público, es obsesionarnos con ver el máximo número posible de películas actuales. No hablo de las agendas profesionales colmadas: a veces, por exigencias de cobertura, no nos queda más remedio que enlazar proyecciones sin parar. Me refiero a eso tan común de confeccionar, por pura insaciabilidad, parrillas saturadas y no realistas. Sé de lo que hablo porque lo he hecho durante años, y porque aun hoy dibujo inquieta una rejilla en la libreta en cuanto salen los horarios del próximo festival al que voy.

La revisión colectiva de películas como el clásico de Zulawski genera siempre impresiones nuevas y poderosas

Sin embargo, quizá porque ahora ya no es tan difícil recuperar las películas en un futuro cercano, cada vez valoro más y creo que tienen mayor importancia las actividades y proyecciones que se deslizan por el programa de manera sinuosa, casi en paralelo: charlas sobre la situación actual del cine (cada vez más importantes, imprescindibles), encuentros con cineastas, retrospectivas, sesiones de madrugada, apartados sobre otros formatos... Y clama al cielo la necesidad de seguir replanteándonos los festivales desde todos los ángulos para sacarles el máximo partido.

Este jueves empieza una nueva edición de Sitges y, como decía, entre las cosas que más espero están los pases de los clásicos de Andrzej Zulawski David Cronenberg, programados respectivamente en las secciones Sitges Clàssics y Seven Chances. No es solo porque sean dos de mis películas favoritas, es también porque hay algo muy excitante en comprobar en la oscuridad de una sala -y con la complicidad que se gesta en festivales- cómo respiran años después y con públicos nuevos películas que tienen el gen del riesgo y de la controversia. Cómo respiran para otros y cómo respiran para los que ya nos las sabemos, pues no tengo duda de que la revisión colectiva, en la oscuridad del cine y con un ánimo festivalero de obras como 'La posesión' y 'Crash' genera siempre impresiones nuevas y poderosas.