La clave
La violencia y la venganza empequeñecen
Quienes alientan esos sentimientos, saben lo que hacen: perpetuar el conflicto
Albert Sáez
Director de EL PERIÓDICO
Soy periodista. Ahora en EL PERIÓDICO. También doy clases en la Facultat de Comunicació Blanquerna de la Universitat Ramon Llull.
Albert Sáez
Quienes conocen la trayectoria intelectual y política de Quim Torra sabían que un día u otro coquetearía con la violencia. Torra no forma parte del independentismo de última generación -el que simplificando mucho se fundamenta en el intelecto de Carod Rovira y en la pragmática de Mas-, sino de la minoría separatista que malvivía en el interior del catalanismo a base de explotar el "pit i collons Por eso, Quim Torra se arrastra estos días para evitar condenar a los CDR detenidos en aquello de que la investigación demuestre finalmente que son hechos y no literatura policial. Es un error que le puede costar el cargo. No por la presión del gobierno de Sánchez ni por la moción de censura de Ciudadanos sino porque Esquerra y el renaciente PDECat de David Bonvehí no le van a consentir ese juego. Saben que la violencia es el camino más rápido para empequeñecer al independentismo hasta reducirlo a la marginalidad en la que lo recogieron en su momento Carod y Puigcercós antes de colaborar con Pujol en la desarticulación intelectual de Terra Lliure. De la logística ya se ocupó Garzón. Torra, amparado en los excesos del 1-O, quiere llevar el agua a su molino de la "guerra justa", pero eso le deja fuera de las instituciones, a él y a cuantos se sumen a la maniobra.
Las detenciones de los CDR se presentan como un aperitivo de la sentencia del Tribunal Supremo. También ahí se juega el perímetro social del constitucionalismo. Si el texto de los magistrados alienta el sentimiento de venganza con que algunos han seguido este juicio -como ha sido el caso de Albert Rivera o de Vox-, el apoyo social y político a la sentencia, especialmente en Catalunya pero no únicamente, se verá sensiblemente reducido. Y ese elemento será decisivo para encarar la resolución de este asunto. Necesitamos amplias mayorías. La violencia y la venganza empequeñecen y disuelven la representatividad de los interlocutores. Quienes alientan esos sentimientos, saben lo que hacen: perpetuar el conflicto. Los demás, sabemos que ese es un muy mal negocio. Está en nuestros votos evitarlo.
- Sumergir los pies en vinagre, la nueva tendencia que arrasa: estos son sus beneficios
- Rosalía disfruta de una cena familiar en un famoso restaurante del Born
- Illa replica a Aragonès y Puigdemont: "El uso del catalán ha retrocedido en una década de gobiernos de Junts y ERC
- Un final bochornoso en el Bernabéu
- El gran secreto para acabar con los pececillos de plata
- Olvídate de freír el huevo en la sartén: esta es la fórmula para hacer los mejores huevos fritos
- Álex ya está en casa: "Las Fuerzas Armadas nunca dejan a nadie atrás
- Este es el pueblo de Catalunya que participará en Grand Prix este verano