ANÁLISIS

Un presidente en el filo

El presidente de EEUU, Donald Trump, durante una recepción en la Casa Blanca este viernes.

El presidente de EEUU, Donald Trump, durante una recepción en la Casa Blanca este viernes. / periodico

Rafael Vilasanjuan

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Tarde o temprano Donald Trump tenía que poner el país patas arriba. Desde Irán al cambio climático, lo viene haciendo en su política exterior en todos y cada uno de los temas globales en donde mete la mano sin tacto alguno. Solo era cuestión de tiempo para que algo similar ocurriera en su propio país. Pedirle a otro Estado que investigue a su rival político no es una torpeza como tantas que ha cometido, es un crimen. Igual que si se hubiera demostrado su implicación personal en la trama rusa, que manipuló las elecciones y por lo que ya se planteó la posibilidad de un primer 'impeachment', en plena cuenta atrás para la campaña a su reelección surge ahora otra, con bastante más posibilidades de salir adelante.

Si se demuestra que intentó abusar de su poder, vamos a vivir unas elecciones en el filo. Lo que queda de aquí a noviembre del 2020, cuando las urnas decidan, va a ser un infierno. Si hay razones para procesar al presidente, se abrirá primero una batalla en el Congreso para intentar evitar investigarlo y luego otra para impedir que una mayoría lo condene. Para Trump puede ser un suplicio, pero se sabe manejar en arenas movedizas, lanzando misiles de desprecio hacia quienes intenten impulsarlo.

De momento, 'la bruja' es Nancy Pelosi. La presidenta de la Cámara baja, que ya ha demostrado que ni le tiembla el pulso ni pierde las formas cuando tiene que enfrentarse a este histriónico personaje, ha abierto la investigación. Trump no tardará en utilizar el proceso como estrategia de campaña para enfrentar aún más a un país dividido. La batalla ya ha empezado; hasta la cadena neoconservadora Fox, siempre al lado del presidente, vive los primeros enfrentamientos entre quienes siguen las consignas y quienes aseguran que, de ser cierto, no debería continuar en la Casa Blanca. Es solo el inicio. Un 'impeachment' no necesariamente acaba con la carrera de un presidente, es un proceso largo y lo sitúa en el filo, tanto como para tentar a Trump a poner el país patas arriba.