Cosa de niños

Es ley de vida. Nuevos y jóvenes talentos saltan al césped con asombroso desparpajo y extraordinario talento. Pero esta vez son una pandilla de adolescentes quienes marcan el paso. En una liga que parecía ser de Messi, Hazard y pudo ser de nuevo de Neymar, las fotos de portada son, tras seis jornadas, para un chaval de 16 años, por encima del resto, de nombre Ansu Fati. La pequeña tragedia que cada lesión de Messi supone, ha permitido, paradojicamente, que el bisauguineano -ahora también español- haya tirado la puerta abajo a golpe de fantasía, asistencias y goles. Se ha empeñado en ser un soplo de aire fresco en el titubeante Camp Nou, una alegría para el culé deseoso de mirar a La Masia con el orgullo de hace unos años. Un nuevo estímulo para los viejos rockeros con dorsal de titular a la espalda. Una interesante referencia de pase para 'The Best'. Y una gran noticia para las selecciones inferiores de la RFEF, que se han apresurado a tocar a la puerta del Ministerio del Interior.

Se impacientaba el miércoles el Bernabeu con el joven Vinicius, sonaban ya los pitos con los que el aficionado merengue exige tradicionalmente a sus ídolos, cuando el brasileño soltó un remate desde fuera del área que aun rozando la bota de un rival iba a la red. El gol abrió el marcador y también el depósito de lágrimas del futbolista. Los pitos se convirtieron en aplausos. Había mucha rabia contenida ahí dentro. Su aterrizaje en el Real Madrid ha sido de todo menos plácido desde que llegase con 17 años. Hace un año jugaba en el Castilla relegado por Lopetegui. Con Solari llegaron las oportunidades y la titularidad, destellos que se diluyeron por coincidir con la peor temporada blanca en años y por una lesión de la que le costó recuperarse. Con la llegada de Hazard su posición natural tiene nuevo e indiscutible dueño, así que al brasileño le tocará esperar nuevas oportunidades y aprovecharlas como frente a Osasuna.

Lo que no esperaba ni Mauro Silva, de visita en el palco del Bernabeu el miércoles deseoso de ver el debut de su compatriota Rodrygo, era un estreno tan extraordinario. Marcar un golazo con la determinación que tuvo en la conducción y la ejecución del balón nada más entrar al campo no es cosa que haga cualquiera. El último que hizo algo semejante fue un tal Ronaldo Nazario. Pero no tenía 18 años…

Lleva dos goles en la Liga y desde el primer partido en el Metropolitano asombró a la afición rojiblanca con una majestuosa jugada de presentación. Aunque no parezca acusarlo, Joao Felix le ha costado al Atlético 120 millones de euros, tiene solo 19 años y está en pleno proceso de adaptación al 'cholismo'. El sábado sabrá lo que es jugar en casa frente al gran rival y quizás tenga algo que decir sobre quién manda en la capital.