Propuestas penosas

Bildu, ese partido que incluye en sus filas a los que en su día justificaron a ETA, se ha visto obligado a retirar una propuesta que era realmente vergonzosa. La coalición pidió hace unos días al Parlamento vasco que se pronunciara en contra de la presencia en ese territorio de PP, Ciudadanos y VOX durante la campaña. Alegaban que, dado que tienen poco apoyo electoral allí, no acudieran a “tensionar la convivencia, causando incidentes o momentos violentos”.

Tócate las narices. ¿Uno que da un mitin causa momentos violentos? ¿En serio estamos aún en ese punto? ¿Desde cuándo se ha vuelto Bildu tan susceptible a la crispación social? A uno le puede parecer más o menos adecuado que un dirigente político protagonice un acto de campaña en un pueblo o en otro, pero lo que genera tensión es arrogarse la capacidad de decidir qué partidos, legales como ellos, pueden entrar al País Vasco y cuáles no. La izquierda abertzale ha retirado finalmente la iniciativa presumiendo de que “es capaz de rectificar y reconocer sus errores”.

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Hasta ahí, bien. Pero añaden que lo único que pretendían era criticar “la provocación para buscar réditos electorales”. ¿Pedir el voto es una provocación? ¿Desde cuándo a Bildu no le gusta provocación? ¿Desde que Otegi equiparó en TVE a víctimas y verdugos? ¿Desde el día que rompieron la Constitución en la tribuna del Congreso? ¿Es cuestionable que los que piensan distinto hagan campaña y, en cambio, es una alegría verles a ellos, todavía a día de hoy, en actos de apoyo a terroristas con condenas firmes? Qué verdes están. Quizá es que solo les gusta la provocación si la practican ellos. Nada nuevo bajo el sol político de nuestro país. En todo caso, bienvenida sea la rectificación.

Inexplicable e incomprensible me ha parecido también que los socialistas navarros no hayan querido votar en el Parlamento foral en contra del amago de veto a Casado, Rivera y Abascal. Ellos argumentan que es un tema de otra institución y que el texto de condena, presentado por Navarra Suma, persigue “la confrontación permanente en la sociedad”. Bueno. La propuesta de Bildu hacía referencia a lo que ellos denominan Euskal Herria, que incluye algo más que Vizcaya, Álava y Guipúzcoa, como todos ellos saben. En cualquier caso, este no es un asunto de territorios; es un asunto de salud democrática. La idea es que todos, incluso Bildu, puedan hacer campaña donde les dé la gana, mientras no vulneren ninguna ley. No debe haber dudas sobre eso, porque nos retrotrae a tiempos más oscuros. Y no. Hay que tener estómago, o hambre de poder, para titubear ante una propuesta como la que hizo Bildu. Ayer afectaba a tres partidos, mañana pueden ir contra otros tres.