Errejón y los Comuns

Iñigo Errejón, impulsado por su partido, salta al ruedo del 10-N. La cita le pilla sin los deberes nacionales hechos. Llega el tiempo de las alianzas y las quiebras

Ha llovido mucho desde aquel marzo de 2016 en el que Pablo Iglesias echó un balde de cal viva a la investidura de Pedro Sánchez. Entonces, el rostro de Errejón fue premonitorio. Afloraban la desconfianza y las divergencias estratégicas. Ahora, con un Iglesias desgastado y desconectado emocionalmente de tantos que confiaron en él (solo así se explica la compra del chalet), Errejón puede ser la próxima esperanza. Pero no será fácil. Y puede convulsionar a los Comuns.

Frente a un Iglesias que comulga con la pulsión más soberanista de Jaume Asens, unidos por el interés en demoler lo que ellos llaman el ‘Régimen del 78’, Errejón puede sintonizar con la corriente federalista. La misma que se sintió representada por Joan Coscubiela o Lluís Rabell aquel aciago otoño del 2017, la que desaprobó la ruptura con el PSC en el ayuntamiento de Barcelona. Aún es pronto para dibujar pactos, pero los federalistas acaban de sumar algún as en sus cartas.