Análisis

Transversal, intergeneracional y global

Greta Thunberg ejerce el liderazgo al recibir la atención de focos, cámaras, micrófonos y miles de seguidores. El calentamiento global es imparable. Solo falta saber si el activismo también lo será

zentauroepp49964731 new york  new york   september 20  activist greta thunberg l190922173241

zentauroepp49964731 new york new york september 20 activist greta thunberg l190922173241 / periodico

Sonia Andolz

Sonia Andolz

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Imparables. El grito a la acción de Greta Thunberg resuena en Nueva York ante la apertura del curso de sesiones de la Organización para las Naciones Unidas. La presencia de la joven activista, dentro de la campaña que impulsa, no es baladí. El inicio de sesiones de la ONU marca lo que llamamos la agenda internacional, ese orden del día no escrito ni obligado que define las prioridades mundiales. Hay fenómenos que no llegan nunca a estar dentro de esa agenda. Por vitales o necesarios que sean, quedan relegados a una región, a preocupación social o a pequeña crisis nacional. Estar presente en la apertura, en cambio, hace saltar a la primera posición de la 'pole'. No lo consiguen todos los temas o urgencias que debieran, solo aquellos que por una mezcla de factores, son impulsados hasta ahí. ¿Por qué ahora, entonces? ¿Por qué en medio ambiente, si desde los años 90 del siglo pasado ya existen políticas globales para ello?

Por un lado, es un tema generacional. Pese a los grandes esfuerzos de la ONU por conectar con los jóvenes y las generaciones posteriores, la naturaleza de Naciones Unidas hace que solo la conozcan y tengan presente aquellos colectivos vulnerables o receptores de ayudas y programas y las generaciones que ya están en edad de trabajar en ella o dedicarse a asuntos internacionales. Por tanto, los jóvenes y adolescentes, en general, no tienen vínculos o referentes institucionales en la organización mientras que sí los tienen fuera de ella (Malala Youssuf, Greta Thunberg). Además, como decía, las funciones y la acción diaria de la ONU no es visible en el llamado Norte Global o países industrializados, que no necesita su apoyo ni es beneficiaria directa (todos lo somos de forma indirecta) de la misma.

En segundo lugar, se ha dado un momentum (que en ciencia política de refiere a un escenario donde coinciden diversos factores necesarios para un cambio) para elevar a emergencia global la situación del medio ambiente. Los datos no son nuevos, solo han ido a peor. Cuando en 1997 se firmó el Protocolo de Kyoto, las emisiones de gases CO2 ya contaminaban el planeta y la capa de ozono ya se destruía.

Pero no estábamos preparados para asimilar la necesidad de cambios profundos en nuestros hábitos individuales y colectivos. Hemos necesitado 20 años para tomar conciencia de forma mayoritaria. Aun así, tanto las preocupaciones como la necesidad de aplicar políticas ambientales y energéticas sigue siendo un deber pendiente del norte y una realidad desconocida en el sur. El calentamiento global y la emergencia climática son, en gran parte, consecuencia de la huella humana en el planeta. Nuestro consumo desmesurado y selectivo es causa primera de la ineficiente relación planeta-humanos. Únicamente con una llamada a la acción que sea (es) transversal, intergeneracional y global se consigue la atención. La joven activista la tiene. Focos, cámaras, micrófonos y miles de seguidores tomando el liderazgo para exigir medidas urgentes. El calentamiento global es imparable. Solo falta saber si el activismo también lo será.