Dos miradas

Pujol y el silencio

La magnitud de lo robado implica a personas concretas y delata un latrocinio sistémico con raíces en todos los ámbitos

Jordi Pujol, en el acto institucional en el que el 'president' José Montilla le impuso la Medalla d'Or de la Generalitat

Jordi Pujol, en el acto institucional en el que el 'president' José Montilla le impuso la Medalla d'Or de la Generalitat / periodico

Emma Riverola

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La Policía localiza 1,2 millones de origen desconocido de Josep Pujol en Andorra Josep PujolAndorra. Los investigadores estiman que la riqueza amasada por la familia asciende a 290 millones de euros. A cuentagotas vamos sabiendo. Y gota a gota se va diluyendo su impactoJordi Pujol, el que fue omnipresente, vive difuminado. Social y políticamente. El expolio del clan parece asumido. Nos salió rana, vaya por dios, pero Pujol ya no pinta nada en la Catalunya actual. Este es el discurso. Esta es la disculpa. ¿Seguro?

A menudo se recurre a la bandera para simbolizar el manto de silencio sobre el 'caso Pujol'. Pero es una metáfora demasiado condescendiente. La magnitud de lo robado implica a personas concretas y delata un latrocinio sistémico con raíces en todos los ámbitos: económicos, empresariales, periodísticos… El “ara no toca” fue asumido por muchos que, directa o indirectamente, nacionalistas o no, sabían que vivirían mejor sin poner los focos en el saqueo. Unos se enriquecían. Otros medraban. Y otros más, simplemente, se protegían de la intemperie. Muchos tuvieron que saber y muchos siguen callando. ¿Seguro que es cosa del pasado?