IDEAS

Un buen villano

Un fotograma de la serie 'The boys'

Un fotograma de la serie 'The boys'

Mónica Vázquez

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A veces nos hace falta un buen villano al que odiar. Un villano que no tenga excusas, si no contexto. Que no despierte simpatía, si no puro miedo y curiosidad. Un villano inesperado que nos haga replantearnos las verdades en las que nos envolvemos todas las noches para conseguir un poco de paz. A veces nos hace falta un buen villano al que amar.

Es posible que estemos dejando atrás los fértiles dominios de Marvel y DC y encontrando la libertad en tierras en las que esa idea depurada y falsa del héroe perfecto ya no tiene cabida

Quizá estemos empachados de la dulzona bondad hollywoodiense y su inmaculada heroicidad. Quizá con el tiempo hayamos aprendido que el bien absoluto no existe, que vivimos en una confusa amalgama de asfixiantes grises que nos acribillan constantemente con datos y posibilidades que nos obligan a ser más, y a exigir más. Y quizá por eso ya no nos valen los pelos engominados y los trajes impolutos, las sonrisas socarronas e invencibles, las miradas vacías clavadas en ninguna parte. Quizá ahora necesitemos otro tipo de ficciones que hablen de la aventura de dejar de engañarnos a nosotros mismos, porque la verdad siempre ha sido inevitable e inescapable, y no importa lo rápido que corramos: nos está empezando a alcanzar.

Es posible que, en nuestra eterna carrera en busca de héroes y villanos, estemos dejando atrás los fértiles dominios de Marvel y DC y encontrando la libertad en tierras en las que esa idea depurada y falsa del héroe perfecto ya no tiene cabida. Ficciones en las que no existe ese ser impoluto que por tener capacidades extraordinarias desarrolla una moralidad igual de extraordinaria e incuestionable. Quizá estemos entrando en una era distinta en la podamos criticar abiertamente esa idea terrible de que un súper héroe es la sublimación del ser humano y que le coloca más allá de todo juicio ético que no conlleve la compra masificada de merchandising.

Y en esa tierra de libertad está la nueva serie de Amazon Prime, 'The boys', en la que los héroes ya no nos salvan de nosotros mismos, sino que son la peor parte de la humanidad; alguien con el potencial de hacer infinito bien, pero que elige una y otra vez hacer el mal. No hay excusas, no hay salvación, solo hay un episodio tras otro y, sinceramente, para qué más.