Dos miradas

Comer del tsunami

Ahora toca el 'Tsunami Democràtic' en el 'procés'. Un despilfarro de palabras bellas que llama a una movilización para no se sabe qué

Marea de 'estelades' en Barcelona, durante la Diada.

Marea de 'estelades' en Barcelona, durante la Diada. / periodico

Emma Riverola

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El ‘procés’ no se entiende sin analizar su publicidad. Un condensado de todas las luchas nobles de la humanidad con una pátina ‘kumbayá’ y el ánimo organizativo de los ‘esplais’. En su punto de mira, tres colectivos: los cuarentones que crecieron con el ‘Capità Enciam’, los cincuentones de aquella amplísima (y desigual) clase media educada en escuelas religiosas y los jubilados. Los sueños idealistas de una juventud perdida o la lucha antifranquista (que la inmensa mayoría nunca ejerció) son la espoleta emocional de la comunicación. Consiguiendo la fidelidad a la causa de los tres 'targets' (los jóvenes ya han crecido en pleno impulso independentista), se consigue la corriente mayoritaria.

Pero, ¿puede una campaña soportar la falta de producto? Ahora toca el ‘Tsunami Democràtic’. Un despilfarro de palabras bellas que llama a una movilización para no se sabe qué. Un bla, bla, bla huero de sentido. En uno de los vídeos se ve un cazo con agua puesto al fuego. Un auténtico ‘fer bullir l’olla’. Ya saben, la expresión que significa ganar lo suficiente para alimentarse. Quizá ese es el fin. Seguir comiendo del ‘procés’.