Mala fama a prueba de bombas

El escaso acierto de los economistas a la hora de pronosticar recesiones se enfrenta ahora a un nuevo test

Sede del Fondo Monetario Internacional en Washington.

Sede del Fondo Monetario Internacional en Washington.

ROSA MARÍA SÁNCHEZ

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La bien merecida mala fama de los economistas a la hora de predecir recesiones económicas se vuelve a poner a prueba estos días.

Un memorable estudio publicado por el Fondo Monetario Internacional en marzo del 2018 puso en evidencia que de los 153 episodios de recesión que vivieron entre 1992 y 2014 alguno de los 63 países analizados (España entre ellos) solo cinco de ellos fueron pronosticados por los economistas con un año de antelación. “¿Cómo de bien predicen los economistas las recesiones?” es el sarcástico título de este informe que el presidente de la Autoridad Fiscal, José Luis Escrivá, ha recuperado estos días en un oportuno  tuit.

A efectos de este estudio, cuenta como recesión cada año completo con crecimiento negativo en un país. Desde este punto de vista se han sucedido 153 episodios en el periodo analizado, cuatro de ellos en España (en 1993, en el 2009, y en los años 2011, 2012 y 2013)

El estudio también muestra hubo casos en los que no se cumplieron los pronósticos de recesión, pero estos fueron los menos.

El FMI no entra a analizar a fondo por qué se producen estos errores de forma sistemática, pero apunta tres tipos de causa. 

En primer lugar -explica- no siempre existe suficiente información, pues cada crisis lleva en su seno elementos nuevos y desconocidos respecto a periodos anteriores (hipotecas subprime, cambios regulatorios, globalización, robotización, baja inflación…)

En segundo lugar -añade-, no existen incentivos para que un economista pronostico una recesión: tiene mucho que perder si se equivoca y muy poco que ganar si acierta.

En tercer lugar existe una cuestión atávica. La gente, en general, tiende a suavizar sus pronósticos. Tanto las buenas como las malas noticias tienden a darse a conocer lentamente y a veces se tarda demasiado en incorporar las sorpresas a los pronósticos.

Conviene tener a mano todos estos elementos de análisis ahora que vuelven los augurios de recesión. 

El 98% de los economistas de EEUU prevén una caída de la economía norteamericana en el 2020 o en el 2021 y el Bundesbank da prácticamente por hecho que Alemania habrá entrado en “recesión técnica” al final del tercer trimestre, tras haber encadenado dos de ellos en negativo (eso no permite asegurar que la caída pueda ser más duradera).

Lo que es imposible es determinar ahora si tales pronósticos son certeros o si por el contrario forman parte de una sobrerreacción de los economistas en busca de rehabilitar la pésima imagen que dieron al ni siquiera olfatear el tsunami de la Gran Recesión del 2008. Esta podría ser una cuarta causa a tener en un futuro estudio del FMI. Veremos.

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