ANÁLISIS

¿Y si 'Ney' regresara de la mano de Rosell?

El PSG necesita dinero, el Barça se ha quedado sin un euro y al Madrid le sobra dinero y jugadores

Rosell y Neymar posan ante el escudo del Barça en las oficinas del club el día de la presentación del jugador.

Rosell y Neymar posan ante el escudo del Barça en las oficinas del club el día de la presentación del jugador. / periodico

Emilio Pérez de Rozas

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No les pido que me crean. Es más, esto es un artículo de opinión y como tal deben tomárselo. La información (si la hay) va al lado.

Vamos allá. Me parece que el caso Neymar es puro postureo. Empezando por el propio jugador, que lleva dos años sin pegar ni sello, que ha desaparecido de las listas de los mejores jugadores del mundo, que no entra en ninguna candidatura al Balón de Oro ni The Best, que no ha ganado nada, que ha jugado menos que el último reserva del PSG y que, mientras el resto de estrellas brillan con luz propia, él tiene que montarse, junto a su padre, los toiss, 14 intermediarios y periodistas comprados, un castillo de fuegos artificiales para que alguien repare que aún existe.

Pasando, cómo no, por el ridículo club conocido como Paris Saint Germain que, con el dinero del Estado de Catar, continúa sin ganar nada pese a fichar a los mejores futbolistas de la historia. Son tan pobres que solo tienen dinero. Y, ahora, de pronto, se han dado cuenta de que el bueno se quiere ir. Y, como la afición protesta, hacen ver que lo quieren despedir, o castigar, o vender. Pero, claro, son ricos pero no tontos y como pagaron 222 millones de euros, no pueden venderlo por menos. Perdón, deben venderlo por más, pues la UEFA les persigue y les ha cerrado la caja. O venden a Neymar o no podrán comprar. Pero no pueden, ni saben y han de hacer ver a su afición que lo odian, cuando acabarán comiéndoselo con patatas fritas o pomme de terre.

Puro postureo

Luego el Barça, que tiene que pedir prestado para poder pagar la cláusula de Griezmann, cuando sabía, desde hacía un año, que necesitaba ese dinero. Y alguien que no tiene un duro y, al parecer, ha agotado el crédito (y la credibilidad) de los bancos, quiere contentar (aún más) a sus estrellitas, tipo Leo Messi, y hacer ver que sí, que quiere fichar a Neymar, pese a que se mofó de ellos, se querelló contra ellos, les ha amenazado con irse al Real Madrid, se pasa la vida lesionado y, por supuesto, es casi, casi, un exfutbolista, que lleva dos años largos sin jugar un partido, no bueno, no extraordinario, decente, simplemente decente.

Y para mayor postureo, aparece el ser superior, el gran fracaso del 2018-19, que ni siquiera ha sido capaz de sacarse de encima a Isco, Bale, Kroos, Modric…y ahora hace ver que quiere a Neymar cuando, en realidad, al que quiere es a Mbappé. Ciertamente, Florentino Pérez es el único que tiene dinero aquí (y hasta le sobra), pero tiene tal follón en el club, ha ganado por goleada el primer partido de Liga «con los mismos cabrones de siempre», que decía John Benjamin Toshack, que ahora le sería muy difícil cerrar esa operación, aunque le encantaría.

Y, por cierto, si quieren aceite, sal y pimienta para esta ensalada, añádanle a Sandro Rosell, libre, limpio y deseoso de volver a pisar el Camp Nou, quién sabe si, de nuevo, de la mano de Neymar y su amigo Josep María Bartomeu. Si alguien conoce el mundo de papá Ney, ese es Rosell, desde luego. Y todas sus trampas. Créanme, postureo.

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