A pie de calle

La gestión del turismo, un reto urgente

La ciudad tiene la oportunidad de desarrollar zonas de interés turístico que ayuden a descongestionar el centro y crear una oferta de ciudad interesante tanto para los visitantes como para los barceloneses

Turistas y barceloneses, en el paseo de Lluís Companys.

Turistas y barceloneses, en el paseo de Lluís Companys. / JULIO CARBÓ

Pau Guardans

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Una ciudad sin turismo es imposible y un turismo sin su ciudad detrás es insostenible. En los últimos años, Barcelona se ha consolidado entre los grandes destinos del turismo urbano del mundo, y su éxito obliga a gestionar la relación entre la ciudad y los visitantes para aprovechar mejor las enormes oportunidades que implica. Asimismo, es urgente que turismo y ciudad vayan de la mano y no se den la espalda. El momento es óptimo, con un nuevo gobierno en el Ayuntamientonuevo gobierno y un equipo municipal que, sabemos, tendrá en la gestión del turismo una de sus grandes prioridades. La creación de la Regidoria de Turisme i Indústries Culturals es un buen comienzo, y para que esta gestión –que no es una política sectorial sino de ciudad– sea efectiva, todas las políticas municipales de urbanismo, promoción económica, movilidad, ocupación y seguridad deben estar alineadas y coordinadas, sin olvidar el impulso decidido de la dimensión metropolitana. 

Para obtener resultados, es fundamental también recuperar la colaboración público-privada y huir de la desconfianza que se ha instalado en la relación entre los diferentes actores del sector y el Ayuntamiento. Desde Barcelona Global, asociación civil sin ánimo de lucro formada por casi 1.000 socios entre empresas, instituciones culturales, centros de investigación, escuelas y universidades, emprendedores y profesionales transversales apostamos por un turismo sostenible y de calidad. Por este motivo, hace unas semanas presentamos el informe Turismo y ciudadTurismo y ciudad, un reto compartido que se debe gestionar ahora, que plantea seis ejes de acción para estos próximos cuatro años y que parte del trabajo que la asociación arrancó hace ya dos años con el apoyo de más de 50 socios de la cadena de valor de la economía del visitante.

Barcelona necesita turismo de calidad, que no es el que más gasta, sino aquel que aporta valor a la ciudad enriqueciendo y valorando nuestra oferta cultural, patrimonio, gastronomía, y ocio y no aquel que simplemente consume nuestro espacio. Y para conseguirlo, Barcelona debe contar con una oferta atractiva y presente todo el año, también en los meses de otoño e inverno, con la Navidad como asignatura pendiente. 

Nuevos atractivos

En Barcelona Global hemos apostado por la música como herramienta de atracción y de desestacionalización y por recuperar el liderazgo en la atracción de grandes eventos deportivos y culturales. 

La ciudad tiene la oportunidad, además, de desarrollar zonas de interés turístico que ayuden a descongestionar el centro y crear una oferta de ciudad interesante para los visitantes y para los barceloneses. Y me refiero no solo a espacios como el Besòs/Fórum y otros vinculados a la Gran Barcelona, sino también a zonas que, con un nuevo impulso, pueden ser un nuevo atractivo para la ciudad, como Montjuïc o la zona del Paral·lel. Sin embargo, todo esto no será posible si Barcelona no consigue solucionar el problema de seguridad, una situación insólita para una ciudad con los estándares de calidad a los que aspira la nuestra. Un aspecto en el que sabemos que ya se ha empezado a trabajar.