Al contado

La alargada sombra de Montoro

El bloqueo político y la incapacidad negociadora pueden hacer que los Presupuestos del exministro del PP sean los más longevos de la democracia

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Agustí Sala

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Como el Cid, aunque no después de muerto, sino más de un año después de salir del Gobierno, Cristóbal Montoro, que ya no es ni siquiera diputado, y aun habiendo cedido la cartera a la socialista María Jesús Montero en junio del año pasado, sigue controlando las cuentas públicas desde las sombras.

Los Presupuestos que diseñó para el 2018, acordados con Ciudadanos, se han prorrogado para este ejercicio y, si finalmente se convocan elecciones generales por la incapacidad de llegar a acuerdos por parte del PSOE y Unidas Podemos y la insistencia del PP y Ciudadanos en bloquear la posibilidad de al menos constituir un Gobierno, pueden ser las más longevas de la democracia. Montoro llevará un total de 16 ejercicios presupuestarios a sus espaldas. Los hizo con José María Aznar como presidente y con Mariano Rajoy.

Con las cuentas prorrogadas del 2018, solo Catalunya, donde se opera con los presupuestos del 2017, supera esta situación, por ahora. Esperemos que el reto no consista en emular a la Generalitat.

La situación es poco alentadora: Bloqueo político y, por tanto, presupuestos prorrogados y escaso margen de maniobra para llevar a cabo políticas sociales y de todo tipo. Se diría que los políticos se han convertido en una especie de 'hoolingans' incapaces de entablar una negociación, de empatizar y superar los recurrentes monólogos reproches a sus rivales.

Los ciudadanos votan y es responsabilidad de quienes obtienen el escaño buscar pactos y dialogar para que lo que los contribuyentes determinan con sus sufragios se plasme en un parlamento y en un Ejecutivo que trate de resolver los problemas cotidianos y ponga los cimientos para afrontar las cuestiones de largo plazo

Decía hace unos días en una entrevista en este diario el presidente de la patronal catalana Pimec, Josep González, que la economía funciona a pesar de la políticaJosep González. Lo constatan las revisiones al alza que se están produciendo en las perspectivas de crecimiento para este 2019. La última, la del Fondo Monetario Internacional (FMI), se ha alineado con las estimaciones de la Comisión Europea y otros organismos.

Pero ¿tiene todo eso un límite? Se suele recurrir a Italia, donde la economía parece tener vida propia al margen de una política caótica, pero el país padece un estancamiento secular. 

Uno se llega a preguntar ¿cuánto tiempo puede vivir la economía "sin" o "a pesar de" la política? Pero quizás la cuestión sea, como apuntábamos hace unos días: ¿Cuánto podríamos crecer si hubiera un Gobierno y un parlamento que afrontara los retos que hay por delante?

El problema es que mientras no haya señales de alarma corremos el riesgo de que se cronifique el desentendimiento. Mala cosa porque los efectos negativos de este bloqueo tal vez no se perciban hoy, pero mañana ya veremos.