El hombre que nos llevó a la Luna

Aunque los orígenes de la televisión son anteriores, fue la noche del 20 al 21 del mes de julio de hace medio siglo cuando se produjo el evento que la convertiría en el medio de comunicación de masas dominante que ha sido hasta la llegada de internet. Aquel día, la misión espacial Apolo 11 con Neil Armstrong,  y Michael Collins llevó a que los dos primeros fueran los primeros humanos en pisar la Luna, y lo hicieron ante 530 millones de telespectadores. Este hecho, uno de los más memorables de la historia de la Humanidad, fue retrasmitido a todo el planeta desde el Observatorio Parkes en Australia. Inicialmente se preveía hacerlo desde Goldstone (California), pero la señal llegaba mal, y se decidió utilizar la estación cercana a Camberra. Fue toda una demostración de la fuerza que la tecnología de la televisión aportaba.

Los primeros hombres en pisar la Luna lo hicieron ante 530 millones de espectadores

Para nosotros fue la noche en la que Jesús Hermida, corresponsal de TVE en Nueva York,  retransmitió desde el Centro Espacial de Houston cómo unos astronautas habían llegado donde nunca nadie lo había hecho antes. La transmisión dejó bastante que desear: hubo problemas técnicos, ruidos, la imagen se perdió en un determinado momento y apareció en pantalla un japonés, y hasta al locuaz Hermida le faltaron en ocasiones las palabras para describir algo único. Pero como él mismo recordaba, lo realmente novedoso e irrepetible de aquella retrasmisión fue el hecho de que todo el país estaba viendo lo mismo en un mismo momento y en un mismo canal.

Jesús Hermida, excelente persona y periodista, irrepetible narró aquel momento histórico  

Hermida, excelente persona y periodista irrepetible, volvería años después de contarnos el Watergate a TVE para presentar ‘A mi manera’, entre 1989 y 1990. De ahí pasaría a ser Director de Antena 3, donde también condujo ‘Hermida y Cía.’. En su paso ante las cámaras como presentador de magacines creó toda una escuela de profesionales que luego han tenido su propia trayectoria: Nieves Herrero, María Teresa Campos, Consuelo Berlanga o Mariló Montero, entre otras. Fue el primer Presidente de la Academia de TV, ganó todos los premios habidos y por haber y se retiró tras una controvertida entrevista a Juan Carlos I con motivo del 75º cumpleaños del Monarca. En sus últimos años, este hombre imprescindible para entender la historia de nuestra televisión, aficionado a la música de Bach y lector compulsivo de todo lo que tuviera que ver con Napoleón, fue olvidado por muchos de los que le llenaron de halagos durante sus años de éxito, algo que sobrellevó con su habitual elegancia y en una soledad a ratos dolorosa, mientras impartía sabios consejos a todo aquel que se los pedía. Porque detrás de sus formas exageradas al hablar, había un sabio con profundos conocimientos acerca del complejo arte de hacer televisión y, además, un hombre bueno.

Hace ya medio siglo que vivió su momento inolvidable. La televisión de hoy en nada se parece a aquella que Hermida protagonizó. No es mejor, ni peor, es sencillamente diferente. Porque la televisión cambia con la sociedad y todo éxito termina por ser historia, dado que se trata de un viaje en el que incluso quienes llegan más allá de las nubes, terminan por descender. La Apolo 11 amerizó en el Pacífico el 24 de julio ahora hace 50 años.