La estrategia de UP

Carmena, Iglesias y los presos

Si Unidas Podemos y los 'comuns' siguieran a la exalcaldesa otro gallo cantaría ya en la política española

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Joaquim Coll

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En el 2006 todavía no existía el 'procés', pero la xenofobia nacionalista ya acampaba a sus anchas con la bendición entonces de ERC. Un centenar de entidades como Plataforma per la Llengua, la misma que ahora pretende crear un clima de histeria lingüística tras haber espiado la lengua en la que juegan los niños en las escuelas, se manifestaron en contra el pregón en castellano de la escritora gaditana Elvira Lindo en las fiestas de la Mercè de ese año. Unas cuantas decenas de personas se concentraron en Sant Jaume para abuchearla. Diez años más tarde, el independentismo más inquisitorial boicoteó a Javier Pérez Andújar por reírse del 'procés'. Y el próximo septiembre Manuela Carmena puede correr la misma suerte por atreverse a decir esta semana en Barcelona las verdades del barquero. Primero, los independentistas encarcelados “no son presos políticos en absoluto”, pues no lo están por sus ideas sino por haber actuado en contra de la Constitución y el Estatuto. Segundo, incumplir las normas y corromper el ordenamiento jurídico como ocurrió en el 2017 puede tener consecuencias penales. Por tanto, el juicio no es ilícito. Y, tercero, la tensión secesionista ha contribuido de manera sustancial al auge de Vox, pues ambos nacionalismos se retroalimentan mutuamente.  

La exalcaldesa de Madrid no ha dicho nada nuevo, pero su opinión tiene mucho peso porque es una jurista de prestigio cuyo compromiso con los derechos humanos nadie puede discutir.  Es un icono de la izquierda tras su paso por el ayuntamiento que habla con total libertad, más aún desde que está fuera de la política institucional. Sus afirmaciones son un obús en la línea de flotación del soberanismo que incomprensiblemente cuenta con la complicidad de la propia Ada Colau, cuyo partido ha salido a reiterar que sí son “presos políticos” y que solo cabe una sentencia absolutoria. En este punto los 'comuns' son más procesistas que progresistas. Pero no acaba ahí la cosa porque Carmena tampoco ha querido sumarse a la campaña mediática para crear un estado de opinión a favor de una sentencia lo más benigna posible con el argumento de que políticamente todo sería más fácil. La exalcaldesa pide prudencia y considera que lo importante es saber con qué metodología se debe encarar el conflicto, implicando a toda la sociedad civil en un proceso de diálogo, pero sin condicionar nada a lo que puedan resolver con independencia de poderes los jueces del Tribunal Supremo. 

Las palabras de Carmena marcan una pauta de conducta. Si sus excompañeros de Unidas Podemos y los 'comuns' en Catalunya la siguieran otro gallo cantaría ya en la política española. Por eso el acuerdo con el PSOE está resultando tan complicado y Pedro Sánchez se ha negado a tener a Pablo Iglesias en el consejo de ministrosPedro SánchezPablo Iglesias. ¿Puede ser leal con la democracia constitucional alguien que habla de “presos políticos” y hace tuits dando pábulo a tesis conspiranoicas sobre los atentados en Barcelona? Seguramente habrá investidura la próxima semana y gobierno coalición entre socialistas y morados, pero sin Iglesias dentro.