TENSIÓN JxCAT-ERC

Como si no hubiera un mañana

Ahora sabemos de forma oficial que la unidad que defendían JxCat y ERC era básicamente de boquilla

Imágenes de Oriol Junqueras y Carles Puigdemont en mítines electorales.

Imágenes de Oriol Junqueras y Carles Puigdemont en mítines electorales. / periodico

Toni Aira

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La entrevista que este martes el presidente de Òmnium CulturalJordi Cuixart, concedía a Jordi Basté en RAC-1 ha sido significativa por diferentes titulares ahí dados, pero sobre todo por la desconexión que proyecta entre una parte significativa de la base independentista y sus representantes, muy especialmente a colación de esa "unidad del independentismo" que Elsa Artadi ha dicho que "ha tocado fondo" y que ya veremos si no va aún a menos, también entre políticos y votantes. 

Cuixart y sus esfuerzos por intentar evitar que se machaquen (aún más) Junts per CatalunyaEsquerra (y la CUP, ahora en segundo plano) contrastan con la praxis de unos partidos que actúan como si no hubiera un mañana, pero también como si no hubiera un ayer. "¿El 'procés'? ¿Qué 'procés'? ¿Unidad? ¿Qué unidad?", parecen interrogarse sin esperar respuesta porque la pregunta en todo caso sería retórica y para disimular su sobrevenida desmemoria. 

Viven instalados permanentemente en el hoy, en un presente continuo que en la actualidad tiene poca épica y mucha ordinariez, y esto último, no solo por lo grosero del espectáculo que ofrecen los partidos, sino también porque las instituciones públicas están dedicadas básicamente a gestionar el post-155. Hacen un prosaico ejercicio de realismo, ciertamente, pero son los mismos que hasta hace cuatro días proyectaban un mundo bien diferente, al que decían que solo se podía llegar con una unidad que ahora sabemos de forma oficial que básicamente defendían de boquilla. Y por si este patio no fuera ya bastante poco estimulante e inspirador en clave independentista, ERC y JxCat parecen obsesionados en proyectar que no es que estén ahí accidentalmente, sino que se encuentran felizmente encallados en tal marco incomparable. 

La trifulca de estos días por la Diputación de Barcelona también nos habla de esta verdad incómoda, ya que sigue siendo una potentísima estructura de poder de las de toda la vida, además de ser una gran repartidora de cargos y de fondos. Muy prosaico todo. Y, para rematar, al contrario de lo que este lunes apuntaba Pere Aragonès, la aritmética no da para que ERC y JxCat decidan solos su estructura y liderazgo político. ¿Los 'comuns' dando la presidencia o compartiendo gobierno con Junts, ni que sea en una institución tan poco visible como la Diputación? ¿Hola? 

Carpe diem

Podía darse un partido independentista copilotando la institución con un tercero, pero los dos juntos no podía ser. Y los de Carles Puigdemont (quien, por cierto, no lo ha impedido) han apostado por ser ellos, con el PSC. Más vale pájaro en mano que ciento volando, han pensado. Como ERC en las otras tres diputaciones y en tantos municipios. Como unos y otros en general. Viviendo el momento (carpe diem) como si no hubiera un mañana, que a este paso (en clave independentista mayoritaria) será difícil que ciertamente exista. E igual los partidos no pueden evitar hacer lo que hacen, pero 'los Cuixart' de la base es evidente que también pueden desconectar de todo un poco (o mucho), hoy y mañana.