El uso de la lengua

Yo también quiero hablar catalán con la tostadora

Que la lengua sea útil en todos los aspectos y se adapte a las nuevas necesidades y escenarios es fundamental para que las nuevas generaciones no renuncien a ella.

Hondureños recibiendo clases de catalán en el Centre Civic del Poble Sec, en Barcelona, en 2016.

Hondureños recibiendo clases de catalán en el Centre Civic del Poble Sec, en Barcelona, en 2016. / JOAN PUIG

Òscar Escuder

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El '30 minuts' del pasado domingo ha levantado ampollas. Y es lógico. ¿Es cierto que el catalán está en peligro? Pues miren, sí. Y al mismo tiempo también es cierto que el catalán no es una lengua minoritaria y que es una lengua dinámica y viva. Y ustedes dirán: ¿cómo se come eso?

El catalán tiene 10 millones de hablantes, es la 14ª lengua más hablada de Europa, y se habla en cuatro estados europeos diferentes. Pero, a la vez, de estos 10 millones, tan solo poco más de 5 la utilizan habitualmente, y de estos, muchos renuncian a ella cuando hablan con castellanohablantes; o peor aún, con quien creen que puede serlo. La Chenxiao, en el '30 minuts', se quejaba de que la gente no le hablaba en catalán por su aspecto chino: "Directamente te hablan en castellano". ¿Saben? El 94,6% de las personas que viven en Catalunya entienden el catalán. No sufran por si no los entienden, las probabilidades son solo del 5,4%.

Lengua viva, sí, pero en peligro

El catalán es fuerte en internet: 4 de las 5 webs más visitadas del mundo tienen versión catalana, es la 24ª lengua más utilizada en Twitter (de las 6.000 que existen), y tiene una de las Wikipedias más potentes, con más de 600.000 artículos. Pero, a la vez, tiene poca presencia en YouTube o en las plataformas de 'streaming', y además es censurada en Tripadvisor. El catalán es la lengua propia y oficial en Catalunya, el País Valencià y las Illes Balears, y los catalanohablantes tenemos el derecho de usarla. Pero, a la vez, los funcionarios estatales no tienen la obligación de entendernos, y, por tanto, este derecho termina siendo papel mojado. Así que sí, el catalán es una lengua viva y dinámica, pero también es una lengua en peligro.

El concejal del PP en Barcelona, Josep Bou, apuntaba en Twitter que hay que crear una sociedad que ofrezca a personas como Àlex Hinojo la ayuda psicológica "que necesitan". Hinojo, activista cultural, dijo en el '30 minuts' que utilizar el catalán con las nuevas tecnologías es clave para no desaparecer. "Yo quiero hablarle a mi tostadora en catalán y que mis hijos entiendan que con las máquinas también podemos hablar en catalán". Y eso ha escandalizado a ciertos sectores, como el entrañable concejal Bou o medios de la caverna españolista. "La obsesión por la imposición lingüística en Catalunya ha trastornado a algunos". Porque <strong>normalizar el catalán</strong> es imposición obsesiva.

Miren, poder hablar en catalán con la tostadora cuando esta esté conectada a un asistente por voz sería una muestra de que el catalán es útil en todos los ámbitos. Que se puede vivir plenamente en esta lengua y no hay que renunciar a ella para hacer según qué. Porque de la misma manera que los poco más de 5 millones de hablantes de danés o noruego pueden dirigirse a las bombillas, la cafetera o la cerradura de la puerta en su lengua, gracias al sistema Google Home, también los 10 millones de catalanohablantes debemos poder hacerlo. Porque esto, que la lengua sea útil en todos los aspectos y se adapte a las nuevas necesidades y escenarios es fundamental para que las nuevas generaciones no renuncien a ella.

Así que sí. Yo también quiero hablar en catalán con la tostadora, con la lavadora, con la licuadora y con el cepillo de dientes, si hace falta.