Las negociaciones de la investidura

El falso debate del PSOE

Frente al proyecto destituyente de las derechas es necesario un gobierno de coalición de las fuerzas progresistas

Leonard Beard

Leonard Beard / LEONARD BEARD

Joan Mena

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Pedro Sánchez parece que no ha entendido lo que ha pasado políticamente en España en los últimos cinco años. Su 'asesinato' en el Comité Federal, la entrega del partido socialista a la investidura de Rajoy, la reconquista del partido con un discurso 'podemizado' a bordo del Peugeot 407 y una moción de censura coordinada por Pablo Iglesias son ya parte de nuestra historia reciente.

La llegada a las instituciones y a los gobiernos de las fuerzas de la derecha y la ultra derecha, con PP, Cs y Vox a la cabeza, suponen un escalón más en el proyecto destituyente de país que tiene planificada la derecha: retroceso en las libertades individuales y colectivas, proteccionismo nacional, fiscalidad paradisíaca y recentralización política y administrativa del Estado. Eso es lo que no ha entendido Sánchez. Frente a ese intento destituyente de las tres derechas hay que armar un frente de progreso que no se limite a ser un dique de contención de la ofensiva de las derechas sino que continúe imparable los avances que necesita España: sociales, territoriales y de regeneración democrática. Gobernar con Ciudadanos, como pretende una parte del PSOE y no descarta el propio Pedro Sánchez, formaría parte de ese mismo proceso destituyente aunque, ciertamente, a una velocidad más reducida.

Por eso es importante un gobierno de coalición de las fuerzas progresistas. Y ahí es donde el PSOE sitúa un falso debate. Lo prioritario no son los puestos que ocupe cada formación en el gabinete ministerial, eso viene después; lo prioritario es ponerse de acuerdo en las medidas que se deben aprobar: reforma laboral, nueva ley de educación, blindaje de las pensiones, reversión de los recortes y un sistema de financiación autonómico y municipal estable.

Sin embargo, lo fácil es escuchar cada semana al portavoz José Luis Ábalos criminalizando a Unidas Podemos por querer 'sillas'. Y ahí es donde nos deberíamos plantear el reverso de la moneda. Si el PSOE cierra la puerta a la confección de un gabinete ministerial progresista proporcional a los resultados, ¿no será porque quiera esas mismas sillas para ellos? La conclusión es que este es un argumento tramposo de reproches cruzados que no tiene que ver con la seriedad y el rigor que deberían imperar en negociaciones de este calibre. Lo importante es aprobar medidas progresistas y tener la garantía de que esas se van a aplicar. Y eso solo se puede hacer si cada viernes estás presente en las reuniones del Ejecutivo.

También hace trampas el PSOE cuando afirma que sus diputados con los de Unidas Podemos no suman. Sin embargo, si el objetivo es conseguir un gobierno de estabilidad progresista, solamente hace falta mirar al extremo ideológico opuesto para ver que la suma de los escaños de Unidas Podemos y el PSOE ya es más que la del trío de Colón. 

Pedro Sánchez no puede seguir estirando la paciencia de toda la ciudadanía por negarse a reconocer en qué momento político estamos

Así mismo, no hace falta recordar que este mismo Pedro Sánchez llegó a firmar un pacto de gobierno con Albert Rivera con una vicepresidencia del Gobierno garantizada como hemos sabido hace pocos días, no solo con una suma menor, 117 escaños, sino con un acuerdo que imposibilitaba añadir los apoyos de PNV, ERC o JxCat que nunca estuvieron dispuestos a votar un presidente que contara con la hipoteca de un Ciudadanos echado al monte en lo territorial en el gobierno. En esta ocasión, parece ser que el PNV votaría a favor y que ERC y JxCat están dispuestos a abstenerse para facilitar la investidura. Así que sí; sumamos mayoría.

Un ejemplo de esa mayoría es la petición por carta que han enviado a la dirección de Junts per Catalunya los presos Jordi Turull, Josep Rull y Jordi Sánchez. Ellos han entendido que para la necesaria solución dialogada en Catalunya es preferible un Gobierno de progreso que un Gobierno socialista hipotecado por las derechas. Se trata de una evidencia más de que la mayoría progresista y plurinacional que surgió de las urnas se debe concretar en una nueva etapa de diálogo.

Pedro Sánchez no puede seguir estirando la paciencia de toda la ciudadanía por negarse a reconocer en qué momento político estamos. Pedro Sánchez no puede seguir estirando la paciencia de toda la ciudadanía por negarse a reconocer en qué momento político estamos.España necesita un Gobierno valiente que afronte los retos que tenemos por delante y cierre el ciclo de desgobierno abierto en la convocatoria en marzo de las elecciones generales. Nos queda mucho por andar, y para ello hay que abandonar falsos debates y centrarse en lo importante, no vaya a ser que alguien creyera que se están intentando esconder bajo la excusa de los 'sillones' los límites programáticos del PSOE cuando se trata de enfrentarse a según qué poderes.

*Diputado de En Comú Podem.