La clave
El dentista de Ciudad Juárez
Dicen que América es grande, pero estadounidenses blancos han de cruzar la misma frontera que vallan para que un dentista decente les trate
Joan Cañete Bayle
Subdirector de EL PERIÓDICO.
Periodista y escritor. Transición digital y audiencias. Entre otros trabajos, ha sido corresponsal en Jerusalén y Washington DC. Autor de las novelas 'Expediente Bagdad' (junto a Eugenio García Gascón) y 'Parte de la Felicidad que Traes', y del ensayo sobre el conflicto palestino-israelí 'Muros, bosques, tumbas: Un periodista en Jerusalén'
Joan Cañete Bayle
En la terminal de aduanas de El Paso, uno de los pasos fronterizos más transitados del mundo, es habitual que mujeres mexicanas se pongan de parto. Llegan embarazadas a Estados Unidos con la intención de dar a luz en suelo estadounidense, ya que entonces pueden lograr la nacionalidad para su hijo. No muy lejos de la terminal, hace unos años un sencillo sendero de piedras marcaba la frontera entre EEUU y México. Era una excentricidad, un espejismo, para llegar de Ciudad Juárez a El Paso de forma ilegal hay que vadear el Río Grande, cruzar un canal de hasta 11 metros de profundidad y saltar una valla que, en realidad, es un muro. Todo ello, esquivando las patrullas de los agentes de fronteras, en los que suelen emplearse mexicanos con nacionalidad estadounidense, no en vano El Paso es una ciudad casi tan mexicana como Ciudad Juárez. Mexicanos ya estadounidenses cazando y apresando a mexicanos que quieren ser estadounidenses.
'Nosotros no cruzamos la frontera; la frontera nos cruzó a nosotros' es uno de los lemas de la comunidad hispana en EEUU. A Óscar Alberto Martínez Ramírez, de 26 años, y Valeria, su hija de 23 meses, la frontera no les cruzó. Los mató. La fotografía de sus cadáveres ahogados en el río los ha convertido en los nuevos Aylan, el niño sirio que conmocionó al mundo (y poco más) cuando su cadáver apareció en una playa turca. Óscar y Valeria son el símbolo de los efectos de la política migratoria de Donald Trump. Política migratoria es un eufemismo. Decisiones que llevan a la existencia de Aylans, Óscars y Valerias se llaman de otra forma.
Los efectos a lo largo de la historia del racismo de los blancos en EEUU es de sobras conocido. El rechazo a los hispanos no empezó con Trump. Pero como en tantas otras cosas, Trump es una versión descarnada, sin caretas, de una cierta forma de entender EEUU, su carácter y su papel en el mundo. El famoso 'melting pot' funciona solo si el blanco -descendiente de emigrantes, no hay que olvidarlo nunca- domina. Blancos como los que suelen congregarse en la plaza Santa Jacinta de El Paso para acudir a un dentista de Ciudad Juárez. Sus seguros médicos no les cubren la salud dental, y es mucho más barato tratarse en la ciudad mexicana. Allí aprovecharán para comprar medicinas mucho más baratas. Eso sí, quien es grande es América. Aunque sus ciudadanos tengan que ir a Ciudad Juárez un dentista decente.
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