Análisis

Hay Imserso, pero qué Imserso

Turistas del Imserso por las calles de Barcelona.

Turistas del Imserso por las calles de Barcelona. / Joan Puig

Josep-Francesc Valls

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Una vez ha sido desestimado el recurso presentado por la Confederación hotelera CEHAT, en octubre volverán los viajes de Imserso según el modo tradicional. El tribunal ha levantado la suspensión cautelar que pesaba sobre el procedimiento. De este modo, el ministerio de Sanidad podrá poner en marcha nuevamente la operativa del programa de viajes y circuitos culturales de Turismo Social para los mayores durante el próximo bienio.

El desfase entre el precio que paga el programa a los establecimientos adheridos y los costes de producción de los servicios turísticos ofrecidos ha conducido al hartazgo de los hoteleros. Pero, el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales del ministerio de Hacienda ha dado la razón al ministerio de Sanidad. La resolución afirma que se trata de "precios de mercado". Sin embargo, a pesar del incremento del 9,5%, los hoteleros siguen considerando una miseria recibir 23 euros por persona y día, 42 euros en el mejor de los supuestos, por alojamiento y manutención.

Cuatro reflexiones sobre el Imserso que sigue como siempre. Primera, para los 360 hoteles adheridos, que globalizan unas 900.000 plazas, pudo ser en el pasado una manera de ampliar temporada y, aunque sin grandes beneficios, mejorar el resultado de todo el año; hoy ya no. La planta hotelera española ha mejorado sustancialmente y no pueden seguir compitiendo en esta escala de precios. Segunda, alargando la temporada turística, el Estado se ahorra el seguro de paro de un montón de trabajadores del sector que sigue activo; no es malo, pero esta razón resulta harto insuficiente para un sector tan maduro.

Tercera, aunque el 65% de los pensionistas cobra unos mil euros mensuales, no son éstos los clientes más habituales del programa, sino las capas más altas de los jubilados, los cuales estarían dispuestos a pagar más por lo que reciben. Y cuarta, el actual programa Imserso choca frontalmente con la visión de la mayoría de los actores del turismo español, liderada por la Secretaría de Estado de Turismo; la sostenibilidad, la mejora de la calidad de la experiencia y la revalorización de lo propio son los puntales para conseguir una clientela dispuesta a pagar más por lo ofrecido.

30 años de reequilibrio social

Fue voluntarioso e imaginativo sin duda el esfuerzo público por poner en circulación este servicio de reequilibrio social hace más de treinta años, a precios parecidos a los de los turoperadores. Pero en la era digital, el negocio no tiene nada que ver con aquel. Dos características hay que tener en cue4nta para la reinvención del nuevo Imserso. Una, que nuestros mayores peor tratados reciban compensaciones en ocio y viaje a precios más asequibles para sus pensiones y probablemente desde otro enfoque.

Y dos, que la dimensión del programa, el cual puede ayudar a desestacionalizar definitivamente la costa española, debe ser europea. Millones de mayores del Continente pagarían con agrado precios superiores a los actuales del Imserso por viajar en invierno a España. En la operación de primar estas estancias, encontraríamos a los hoteleros y a todo el sector que se esfuerza por el cambio de modelo.

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