Al contrataque

"Volveremos a hacerlo"

La ambigüedad de la frase de Jordi Cuixart consiste en que no precisa con detalle si lo que se volverá a hacer (o a intentar hacer) es todo lo hecho o únicamente una parte

Òmnium inicia una campaña con el alegato final de Cuixart en el juicio: "Lo volveremos a hacer"

Òmnium inicia una campaña con el alegato final de Cuixart en el juicio: "Lo volveremos a hacer" / periodico

Antonio Franco

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Aunque en su alegato final del juicio Jordi Cuixart parecíó referirse genéricamente a que continuará luchando para conseguir la autodeterminación de Catalunya, a partir del momento en que su frase "volveremos a hacerlo" se ha convertido en un eslógan (incluso publicitario, en paneles de pago) su alcance llega más lejos de un modo indefinido. Los eslóganes son precisamente para eso, para entenderlos y utilizarlos como se quiera, a gusto del consumidor.  Y así se sigue difundiendo, con su calculada ambigüedad, fruto del previsible deseo de sortear las leyes y, también, desde su origen, desde que la pronunció Cuixart, para no empeorar su situación procesal cuando está pendiente de que se dicte sentencia sobre su conducta.

La ambigüedad de la frase consiste en que no precisa con detalle si lo que se volverá a hacer (o a intentar hacer) es todo lo hecho o únicamente una parte. Recordemos que independientemente de lo que sentencie la justicia es público que hubo desobediencia solemne a la Constitución y el Estatut en el Parlament;  que se habló repetidamente de la voluntad y el mandato de "los catalanes" como si todos los ciudadanos del país fuesen secesionistas;  que se proclamó unilateralmente la independencia y el advenimiento de la República Catalana...

Pero recordemos que también se produjeron otras cosas que el genérico "volveremos a hacerlo" no excluye explícitamente, como limitar el valor de la declaración de independencia a una expresión retórica o incluso "a un farol", como no llegar siquiera a arriar la bandera española de la Generalitat (probablemente para eludir responsabilidades personales),como irse inmediatamente al extranjero algunos de los protagonistas para no responder ante los tribunales de los actos cometidos), y como negar --los que permanecieron aquí--  todo lo que han negado durante las sesiones del juicio. ¿Dónde estará el corte entre lo que se volverá a hacer o a intentará hacer y lo que no se repetirá?   

          En Catalunya hace tiempo que no hay cuestiones banales y el alcance de aquella frase tampoco lo es. Sería democráticamente jugar limpio aclararlo. Pero en Catalunya hace tiempo que tampoco se dan explicaciones solventes sobre nada. Ni siquiera sobre la esperpéntica actuación del 'president' de la Generalitat interfiriendo directamente, a la vista de todos, en las elecciones municipales de su pueblo. Si llega la república, ¿también se volverá a hacer eso ?, ¿también se abstendrán de opinar sobre ello los poderes republicanos?