LA CLAVE

La otra reconquista

Recuperado el flanco del PSOE con Podemos, Sánchez vuelca todos sus recursos en atraer a los electores fugados hacia Ciudadanos. El objetivo es devorar el centro, todo el centro. La legislatura puede ser larga o muy corta

Pedro Sánchez en el viaje inaugural del AVE a Granada.

Pedro Sánchez en el viaje inaugural del AVE a Granada. / periodico

LUIS MAURI

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La presión sobre Rivera solo podía ir en aumento. Y eso es lo que está sucediendo. Ya no son solo los patrocinadores, algunos fundadores, los aliados europeos y el exsocio barcelonés quienes someten a tormento a Rivera en la mazmorra de Alcalá. Miembros de la cúpula de Ciudadanos, unos con un portazo, otros con su disidencia abierta, se unen a los castigadores. Todos se turnan en el potro al que está amarrado Rivera. El martirio solo cesará si este depone el veto a Sánchez y libra al presidente de una dependencia excesiva de Podemos y los independentistas.

Rivera resiste. Quizá espere que sus acreedores ablanden el castigo tras la investidura de Sánchez. Vana esperanza. Demasiadas inversiones como para malbaratarlas por una veleidad. La presión sobre Rivera no cesará tras la investidura.

Con Cs enrocado, la investidura puede salirle más cara a Sánchez. Iglesias y los independentistas intentarán mejorar sus márgenes. El mercado político también se rige por la ley de la oferta y la demanda. Pero la estrategia socialista apunta más allá. Se trata de reconquistar el centro. Todo el centro. 

Bochornosa abulia

La legislatura puede ser larga o muy corta. El PSOE ha recuperado ya una buena parte de los votos fugados a Podemos a causa de la bochornosa abulia con la que la socialdemocracia encaró la Gran Recesión. La crisis pasó (no sus abominables efectos sobre las clases populares) e Iglesias erró por el camino al permitir el segundo mandato de Rajoy. Tampoco acertó en la gestión de su liderazgo. Los morados no crecieron en la oposición frontal al PSOE y tampoco cuando le prestaron colaboración parlamentaria. Al contrario. De ahí la insistencia de Iglesias en la coalición. ¿Detendría esto la caída? Nada es seguro, pero al menos el poder da calor y ayuda a cauterizar heridas internas y a sumar voluntades.

Recuperado y afianzado el flanco con Podemos, Sánchez vuelca todos sus recursos en atraer a los electores fugados del PSOE hacia Ciudadanos. Cuanto más ligado a Vox aparezca Cs, más orfandad habrá en el centro. En la operación de reconquista, Sánchez no escatimará (no los está escatimando) gestos de reconocimiento a Casado. Se trata de clarificar los confines. Hasta la línea del líder del PP, todo es centro.