Dos miradas

¿En qué momento el país se volvió loco?

Los que escupen democracia la embrutecen con un proyecto que cada vez dibujan más clasista y sectario

Protestas contra Colau en la plaza de Sant Jaume.

Protestas contra Colau en la plaza de Sant Jaume. / REUTERS / ALBERT GEA

Emma Riverola

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Todo lo que se ha roto se dio cita en la reelección de Ada Colau como alcaldesa de Barcelona. En el Saló de Cent se congregaron tantas emociones que ni las sonrisas eran puras ni las lágrimas eran solo de tristeza. Ahí estaban Quim Forn, entre traslado y traslado de cárcel. ¿En qué momento el país se volvió loco?

Pero sí, se ha vuelto loco. Así lo reflejaban los rostros de esos centenares de personas aullando como 'hooligans' en la plaça Sant Jaume centenares de personas aullando como 'hooligans' . Detrás de esos insultos desmedidos está todo lo malo. La creación de un clima bélico en el que se han cavado trincheras señalando como enemigos a los contrarios a la santa madre independencia. Detrás de ese escenario hay responsables con nombres y apellidos. Los que hablan de arribismo, de traición, de vergüenza. Los que escupen democracia embruteciéndola con un proyecto que cada vez dibujan más clasista y sectario. Sí, clasista y sectario. Estudien el mapa del voto en Barcelona. La 'fucking alcaldesa' (video de campaña dixit) ha revalidado mandato con un socialismo resucitado. Solo queda desear que consigan tender pasarelas de cordura sobre las trincheras.