LA CLAVE

El movimiento final de Colau

Colau juega con ventaja frente a Maragall. Solo ella puede decidir si sigue adelante con su proyecto en un segundo mandato como alcaldesa o si facilita el ascenso de su rival independentista. Esta decisión pondrá fin a la partida

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LUIS MAURI

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El <strong>ajedrez 960</strong>, la singular variante de Bobby Fischer, y también de Colau, Maragall, Collboni y Valls, causa furor en Barcelona. La partida por el trofeo de la alcaldía comenzó con las piezas dispuestas de forma aleatoria sobre el tablero, como dicta el canon del 960. El azar electoral las colocó. Colau juega con ventaja frente a Maragall. Ella puede decidir si sigue adelante con su proyecto municipal en un segundo mandato como alcaldesa o, por el contrario, si facilita el ascenso de su rival <strong>independentista</strong>, bien aliándose con él, bien pasando a la oposición. Estos son los dos únicos movimientos que pondrán fin a la partida. Y ambos le pertenecen en exclusiva a la líder de BComú.

La estrategia de Colau es mantener la apuesta por una alianza tripartita con ERC y el PSC. La opción hoy por hoy es imposible. De acuerdo, como en el diccionario político no existe la voz imposible, dejémoslo en inverosímil. Ni ERC ni el PSC van a forjar en este momento alianza alguna, y ambos se lo han explicitado y reiterado a Colau.

La jugada de la alcaldesa en funciones es mantener ese discurso hasta el movimiento final, aquel que solo ella puede hacer sobre el tablero. Ese discurso es el que sostuvo durante la campaña, es compartido por la mayoría de su partido y evita las espinas del eje nacional. Y también la carga de razón para el día en que deba ejecutar el movimiento final. “No será porque yo no lo intentara hasta el último minuto”, podrá argumentar al hacer jaque mate.

Cuatro preguntas y una más

Antes del movimiento definitivo, Colau deberá responderse algunas preguntas encabezadas por el leninista Qué hacer. ¿Qué hacer para sacar adelante el programa de ciudad de BComú? ¿Qué hacer para reforzar el partido, un partido tributario de su liderazgo personal, tras el retroceso electoral? ¿Qué hacer para no perder la bandera neutral en el conflicto catalán? ¿Qué hacer para continuar su carrera política?

Estas cuatro preguntas no se pueden responder a la vez de forma positiva. Colau lo sabe. Al fin, deberá optar. Y enfrentarse a un último interrogante: Lo que decida hacer, ¿lo podrá hacer mejor en el gobierno de la ciudad o en la oposición?