Manifiestos

Los manifiestos de personalidades (desde artistas a filósofos, arquitectos o directores de cine) funcionan como los entrantes fríos de los grandes restaurantes. No son la comida de verdad, pero ayudan a entender cómo será la propuesta del cocinero. Es decir, no son necesarios ni imprescindibles, pero sirven para calibrar el espesor de la cuestión. ¿De qué estamos hablando? De los manifiestos paralelos que se han hecho públicos a favor de 1/un pacto entre Maragall y Colau o 2/un tripartito de ERC, BComú y PSC. En ambos (algunos firmantes tanto podrían estar en la lista del primero como en la del segundo) se pone el énfasis en los derechos sociales (el sello de la izquierda) y en la necesidad de una efectiva política municipalista.

En el primero, Barcelona es "capital de Catalunya y ciudad abierta al mundo"; en el segundo, sin dejar de ser capital es también "la segunda ciudad del Estado". Sutiles variaciones del tema central. "Diversidad", "independencia", "confederalismo", "salida dialogada", "cuestión nacional" y "dinámica estéril de frentes polarizados" salen en ambos, de manera más o menos explícita. Veremos pronto qué platos se preparan en la cocina o si tenemos menú sorpresa.