Al contado

¿Cuántos Governs hay?

Torra decepciona a los empresarios mientras Aragonès abre una grieta de esperanza

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Agustí Sala

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Hace un año comentábamos en este espacio los distintos tipos de diálogo y las acepciones que recoge el diccionario y que se vieron en la reunión anual que el Cercle d'Economia celebra en Sitges. El riesgo de pasar del diálogo de sordos (aquel en el que los interlocutores no se prestan atención) al de besugos (aquella conversación que carece de lógica) no parece haberse superado.

En la 35 Reunió Cercle d'Economia durante estos últimos días, 12 meses después de aquellas reflexiones, las cosas no parecen haber mejorado mucho. Pero se afianza la idea de que no hay uno sino al menos dos Governs. Uno enrocado y el otro que al menos aparenta más ganas de desatascar el conflicto.

El presidente del Cercle, Juan José Brugera, puso los elementos para que el 'president' <strong>Quim Torra</strong> anunciara alguna medida o algo relacionado con "<strong>el gobierno de las cosas</strong>". Durante su discurso de apertura, Brugera afirmó que "la orientación, a menudo única, al conflicto político nos lleva a debilitar aquella acción de gobierno en cuestiones que afectan al día a día de la ciudadanía" y reclamó priorizar la gestión.

Pero el Molt Honorable, a lo suyo, sin un atisbo de cambio ¿Diálogo? Más bien superposición de monólogos porque apenas dio respuesta a las preguntas concretas que se le hicieron. Y no solo eso sino que Torra reclamó al empresariado que reclame "aquí y en Madrid, radicalidad democrática" y la celebración de un referéndum. Mucho pedir a unos asistentes agotados de tanto discurso épico. De hecho, el auditorio estaba menos concurrido que en otras ocasiones.

Menos frustración provocó el 'vicepresident' Pere Aragonès, más contemporizador. Sin renunciar a sus ideas, reclamó al PSOE que abandone el "inmovilismo" y recupere la declaración de Pedralbes de diciembre pasado, el primer acuerdo de carácter político para tratar de solventar el conflicto,  como elemento para el diálogo. Y también admitió que hay que recuperar sedes sociales de empresas que se marcharon con el referéndum del 1-O. Incluso dejó entrever la posibilidad de alguna iniciativa en ese sentido. Sería una manera, dijo, de "contribuir y mantener el prestigio y la reputación de la economía catalana".

Este mensaje le permitió al presidente de Foment del TreballJosep Sánchez Llibre, proponer una solución. Defendió que el Govern y, en concreto, el 'president', al que aseguró habérselo transmitido en más de una ocasión, "haga una declaración formal e inequívoca descartando acciones que contravengan el ordenamiento jurídico y no estén acordadas con el Estado".

A su juicio, ese sería un gesto esencial para promover el retorno de las empresas que abandonaron Catalunya ante la inseguridad jurídica que se generó a partir de septiembre del 2017 ¿Harán caso a su propuesta? ¿Cuál de los dos Governs tomará la iniciativa?