El regreso de un cineasta

La exigencia de inmediatez (es decir, las prisas), la necesidad de síntesis y la eficacia del gancho fácil al opinar en línea sobre una película ha vuelto a poner de moda las frases hechas. Es lógico y razonable: eso de que las prisas agudizan el ingenio es relativo cuando, por ejemplo, llevas días cubriendo un festival de cine. Se está celebrando el de Cannes, y desde allí se escribe estos días compulsiva y repetidamente de directores que ‘se abren en canal’,  de ‘cartas de amor al cine’ y de ‘el regreso’ de determinados cineastas... Aunque estaría bien buscar nuevas fórmulas, ninguna de las dos primeras muletillas me molesta. Pero, a base de leerla hasta la saciedad, esa última frase recurrente (que seguro que he utilizado más de una vez y espero no volver a hacerlo) ha empezado a resultarme especialmente absurda y antipática.

Las películas de Terrence Malick, que acaba de presentar en Cannes 'A Hidden Life', son importantes para entender el cine de esta década

Quizá me caiga así de mal porque la he leído sobre todo en relación a Terrence Malick, que acaba de presentar en Cannes 'A Hidden Life'. Me gustan tanto sus películas -y las siento tan importantes para entender el cine de esta década- que me cuesta entender que haya quien se atreva a perdonarle la vida. Pero lo de absurda es menos subjetivo. La expresión es útil, obviamente, para referirse a directores que llevan un tiempo sin rodar, cuando el regreso es real y no metafórico. Y quizá podríamos hacer la vista gorda en alusión a paseos evidentes por el abismo, ante películas de transición rotas por alguna fatalidad que escapa al control de su autor.

Pero, ¿tiene sentido esa expresión como piropo, como sentencia para afirmar que una película es buena y que su director está en plena forma? Pues igual no mucho... Básicamente porque el que regresa no es el autor, que ha estado ahí todo el tiempo. El que regresa es el autor que a ti te gusta, con el que más conectas o que menos te molesta. ¿De dónde ha regresado Malick exactamente? Yo no me bajé en 'El árbol de la vida' (2011), y me gustan 'Knight of Cups' (2015) y 'Song to Song' (2017). Para mí ha estado ahí todo el rato. ¿De qué hablamos cuando cantamos el regreso de un autor? Pues de nosotros mismos. Del regreso del lugar que visitó en la última película suya que nos gustó.